El expresidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, ha mostrado su disconformidad con la sentencia del TSJC por la que ha sido condenado a dos años de inhabilitación por la consulta del 9N, ya que en su opinión "está cogida con fórceps desde todos los puntos de vista".
Así, ha anunciado que tanto él como sus compañeras condenadas Joana Ortega e Irene Rigau, van a recurrir la sentencia. "Llegaremos a las últimas instancias de la Unión Europea aunque no tenemos ninguna esperanza en que el Supremo nos dé la razón pero es obligado que hagamos el recurso ante los Tribunales Supremo y Constitucional para poder llegar a la Justicia Europea en la que tenemos depositada muchísima más confianza", ha afirmado tras conocer la sentencia en la sede del Partido Democrático de Cataluña.
Mas ha puesto en tela de juicio la calidad de la justicia española. En su discurso, ha denunciado que la ley en el Estado español no sea igual para todos ya que "el Gobierno español se ha hartado a desobedecer sentencias firmes del Tribunal Constitucional y no ha sido condenado y en nuestro caso sí". Para Mas, él y sus compañeras de partido cuentan ahora con una condena del TSJC y una multa "por haber defendido ideas que no gustan".
Por ello ha condenado que el estado español persiga a la gente "por sus ideas" llegando a combatirlas, ha dicho, "por tierra, mar y aire, y llegados a este punto con condenas".
Agradecimientos
El catalán no ha querido olvidarse de las personas que firmaron a favor del referéndum. Mas ha iniciado su discurso agradeciendo a "las miles de personas" que les han mostrado su apoyo a él, Rigau y Ortega desde el inicio del proceso y que les han animado siempre a no dar "un paso atrás".
A ellos Mas ha dirigido los ejes de su pensamiento moral: "Volveríamos a hacer exactamente lo mismo que lo que hicimos. No nos arrepentimos de nada porque somos demócratas y escuchamos a la gente. Eso es una democracia de verdad".
