Entre ellos hay veteranos de Irak, Afganistán o del Líbano. Militares que han pasado a la condición de reservistas de especial disponibilidad (RED) que esperan la llamada del Gobierno para participar en cualquier despliegue relacionado con el coronavirus. La mayoría tienen conocimientos básicos en materia sanitaria. También hay conductores e ingenieros. Un total de 2.000 efectivos dispuestos para ayudar a los 57.000 militares que, según los últimos datos de Defensa, han participado en la Operación Balmis en diferentes rotaciones.
Son efectivos que se desvinculan de las Fuerzas Armadas a los 45 años. La ley de personal establece que los militares de tropa y marinería quedan fuera de sus respectivos ejércitos al alcanzar esa edad. El Ministerio de Defensa les paga una retribución mensual de 643,93 euros -compatibles con cualquier otra actividad-, una compensación por su disponibilidad siempre que se les requiera para cumplir con cualquier función militar.
Ese momento, señalan los reservistas, ha llegado. Por eso le piden a Margarita Robles y a Pedro Sánchez que les activen para las misiones que les encomienden dentro de la Operación Balmis. Por el momento, más de 7.000 efectivos de los diferentes cuerpos cumplen funciones de apoyo sanitario, patrulla, vigilancia y desinfección.
Petición a Margarita Robles
Según asociaciones militares representativas, el trabajo de los reservistas serviría para descargar las funciones que desempeñan las Fuerzas Armadas en la actual crisis sanitaria. Además, reduciría la amenaza que el despliegue supone -a su juicio- para la capacidad operativa militar: a mayor número de contagiados y de personal aislado, menor disponibilidad para cumplir con las misiones habituales que cumplen los ejércitos.
Según ha sabido Vozpópuli, las subdelegaciones de Defensa ya han recogido peticiones de reservistas para incorporarse al despliegue militar. Como ejemplo, la de un cabo primero de Badajoz en situación de reserva: “Solicito ser activado para poder participar en cualquier ayuda con motivo del Estado de Alarma producido por la pandemia del Covid-19, en la cual nos encontramos actualmente”, afirma en un documento sellado por la Administración.
La puerta a su activación ya está abierta. El Ministerio de Defensa ha llamado a decenas de médicos en la reserva para incorporarse a diferentes funciones sanitarias; principalmente, en el Gómez Ulla de Madrid y en el hospital militar de Zaragoza. “Los militares en situación de reserva quieren ayudar y así se lo hemos comunicado al Ministerio de Defensa”, afirma Marco Antonio Gómez Martín, presidente de la Asociación de Tropa y Marinería Española (ATME).
La asociación dirigió una carta a Margarita Robles el pasado 19 de marzo en la que instaba a la activación de los reservistas de especial disponibilidad. “Todavía no hemos tenido respuesta”, afirma el presidente. “Pero tenemos a gente formada en sus casas que se ofrecen para descongestionar la situación que atravesamos y que podrían ayudar en funciones, por ejemplo, de desinfección de espacios públicos”.