Cambio en la estrategia de defensa de Rodrigo Rato. El ex vicepresidente del Gobierno de José María Aznar ha decidido contratar los servicios jurídicos de la firma norteamericana Baker & McKenzie, el mismo bufete al que se encomendó el Partido Popular para salir del brete del 'caso Bárcenas', para que lleven su defensa sobre la investigación patrimonial y fiscal que se le ha abierto en los juzgados de Plaza de Castilla (Madrid).
Como adelanta este lunes la Cadena Ser, el que fuera director gerente del FMI ha optado por un despacho especializado en asuntos fiscales para hacer frente a la acusación específica de la Fiscalía Anticorrupción, que le imputa varios delitos fiscales entre los que se incluyen fraude, blanqueo y alzamiento de bienes.
El cambio de abogados llega dos semanas después de que Rato fuera detenido durante las siete horas que se prolongaron los registros que los agentes de la Dirección Adjunta de Vigilancia Aduanera efectuaron tanto en su domiclio como en su despacho por orden del titular del Juzgado de instrucción número 35 de Madrid. Una actuación, la del organismo dependiente de Hacienda, que se produjo apenas dos días después de que este periódico revelase que el también ex director gerente del FMI estaba siendo investigado por el Sepblac por un presunto delito de blanqueo de capitales tras acogerse a la amnistía fiscal promovida por el gobierno de Mariano Rajoy en 2012.
El equipo de letrados de Baker & McKenzie, que ya se ha personado en el juzgado número 31 de Plaza de Castilla, donde el juez Antonio Serrano-Artal sigue con la investigación de forma provisional a pesar de haberse inhibido en favor de la Audiencia Nacional, asumirá sólo la defensa de Rato en materia fiscal.
Su actual despacho, Oliva-Ayala, continuará con la defensa del exministro en las dos causas que tiene abiertas en la Audiencia Nacional: la salida a Bolsa de Bankia en julio de 2011 y la pieza derivada sobre las tarjetas opacas de Caja Madrid.