El exvicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato se encuentra en estos momentos disfrutando de sus vacaciones en Asturias pese a estar en el punto de mira informativo después de que Hacienda haya emitido un segundo informe sobre el entramado empresarial gestionado por el expresidente de Bankia y tras conocerse, además, el envío a prisión de su presunto testaferro, el empresario mejicano Alberto Portuondo Coll, a quien el juez interrogará este jueves en los juzgados de Plaza de Castilla, en Madrid.
La detención de Portuondo, responsable de la mercantil Albisa S.L -que según los investigadores ejercía de 'empresa pantalla' de Rato-, el pasado domingo en la aeropuerto de Barajas cuando estaba a punto de abandonar España prueba que la investigación continúa avanzando.
Sin embargo, todo apunta a que Rato podrá continuar disfrutando de sus vacaciones veraniegas sin sobresaltos este mes de agosto. De momento, el titular del Juzgado Instrucción Número 31 de Madrid, el juez Antonio Serrano-Arnal, se ha inhibido a favor de la Audiencia Nacional para que sea este tribunal el que asuma la investigación de este caso, después de que la Fiscalía Anticorrupción así lo solicitase. Por esta razón, el instructor -que ya citó en su juzgado a Rato el pasado mes de julio- tan sólo practicará las diligencias que sean estrictamente necesarias y urgentes hasta que la Audiencia se pronuncie sobre la inhibición.
La Fiscalía cree que la nueva causa de Rato no tiene conexidad con la investigación a Bankia
Se da la circunstancia de que Andreu permanecerá fuera de la Audiencia Nacional hasta el próximo 31 de agosto debido a sus vacaciones estivales lo que hace, por lo tanto improbable, que decida sobre el caso Rato antes de septiembre. Por su parte, será el juez Fernando Andreu -instructor del caso Bankia y de las 'tarjetas blacks'- quien deberá decidir en primer lugar si asume la nueva investigación sobre Rato al apreciar conexidad con las causas donde mantiene imputado al exdirector gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI). El magistrado podrá entonces incorporar el conocido como 'caso Rato' a la pieza principal de Bankia; por el contrario, podrá abrir una pieza separada dentro de este procedimiento; y, por último, podrá rechazar ser el juez competente y enviar a reparto el caso si no aprecia conexidad con los hechos que él investiga en su juzgado.
Se descartan las medidas cautelares
Fuentes de la Fiscalía Anticorrupción consultadas por Vozpópuli sostienen que esta nueva investigación no tiene vinculación con el caso Bankia más allá de que Rato se encuentre imputado en ambos procedimientos. El "único vínculo es el propio Rato", apuntan las citadas fuentes.
Una vez que el caso haya sido aceptado por la Audiencia Nacional, Anticorrupción solicitará al juez que haya asumido la investigación que vuelva a citar a declarar al expresidente de Bankia. Sin embargo, la Fiscalía descarta pedir ninguna medida cautelar -incluida la prisión- para Rodrigo Rato al considerar que no hay suficiente material probatorio contra el exgerente del FMI. De momento, con los dos informes de la Oficina Antifraude encima de la mesa, Anticorrupción entiende que no procede acordar medidas cautelares contra Rato y que lo lógico es esperar a que la Audiencia asuma la investigación antes de volverlo a citar a declarar. Eso sí, el Ministerio Fiscal tiene interés en citar con celeridad a Rato cuando se normalice este "vacío" entre tribunales ya que de momento el exministro de Aznar no ha dado su versión de los hechos ante el juez.
Rodrigo Rato se encuentra imputado por cinco delitos fiscales y un delito de blanqueo de capitales en la causa donde se investiga su patrimonio familiar y personal en el extranjero. El último informe de la Oficina Antifraude de la Agencia Tributaria incorporado a la causa, develado por El Mundo, refleja dos pagos al exvicepresidente del Gobierno por parte de dos empresas contratistas de Bankia mientras fue presidente de esta entidad, de los que luego Rato desvió presuntamente una parte al hotel de Berlín del que es copropietario.
Se trata de las empresas Zenith Media y Publicis Comunicaciones España, que facturaron algo más de dos millones de euros con una sociedad pantalla que hizo llegar parte de los fondos a mercantiles propiedad del exdirector gerente del FMI. Ambas mercantiles, dedicadas a la publicidad y la comunicación, dispararon su facturación con Bankia en los dos años en los que Rato fue su presidente, entre 2010 y 2012.
