Pedro Sánchez sigue marcando distancias con Podemos en la invasión rusa de Ucrania. El presidente del Gobierno viaja este martes a Letonia -a poco más de 100 kilómetros de la frontera con Rusia- para visitar a las tropas españolas desplegadas en la zona en el marco de la OTAN. El gesto de Sánchez se produce en un momento de tensión en el seno de la coalición; no solo por las discrepancias en torno a la posición de España en el conflicto, sino por las consecuencias económicas que ya se dejan sentir en la economía nacional con la escalada de precios.
Sánchez estará acompañado por el secretario general de la Alianza Atlántica, Jens Stoltenberg; el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau; y el primer ministro letón, Krisjanis Karin. El Ministerio de Defensa anunció recientemente el envío de otros 150 militares más a la zona tras la petición de la OTAN de reforzar su flanco oriental.
"La visita es la expresión del compromiso y unidad transatlánticas en la actual crisis con Rusia y del apoyo de todos los aliados a los países Báltico", han dicho fuentes de la Moncloa.
Sánchez viaja a Letonia
El viaje se produce en un momento delicado de la coalición. Las discrepancias en el espacio de Unidas Podemos por el envío de armamento a Ucrania y la presión externa que ejerce el exvicepresidente Pablo Iglesias han abierto una grieta sobre la posición del Gobierno de cara a sus socios. Sin embargo, Moncloa recuerda que la política exterior la marca el presidente.
El partido morado ha reculado después de un fin de semana de comentarios críticos. Y ha evitado criticar el desplazamiento del jefe del Ejecutivo a Letonia. La portavoz de Podemos, Isabel Serra, ha asegurado que el viaje contará con su apoyo en función «de la propuesta que hará allí» el presidente del Gobierno: "Si la propuesta es la apuesta por las vías diplomáticas y por parar la escalada, será una propuesta positiva".
Serra ha añadido: "Todo lo que no sea eso, sino continuar con la escalada bélica de la guerra pues, desde luego, no será positiva». Podemos, como adelantó Vozpópuli, no piensa boicotear la cumbre de la OTAN en Madrid de finales de junio. Solo en caso de que se terminen enviando tropas, los morados se plantearían su papel como parte del Gobierno anfitrión de la cita de la Alianza Atlántica.
El PSOE: la división es en Podemos
El PSOE, por su parte, ha defendido que el Gobierno actúa "unido" en las acciones con Ucrania. Y ha incidido en la idea de que la división se da en Podemos, concretamente entre la vicepresidenta Yolanda Díaz y las ministras Ione Belarra e Irene Montero. Belarra utilizó este fin de semana la expresión "partidos de la guerra". Pero, según el portavoz del PSOE Felipe Sicilia, la propia ministra ha aclarado que no se refería al PSOE.
"No hay tensión en el Gobierno, puede haber discrepancias dentro de la coalición de Podemos pero no en el Gobierno", ha dicho este lunes el portavoz socialista, Felipe Sicilia. "El Gobierno esta fuerte, estable, unido y es sólido".
Podemos, pero no Yolanda Díaz, ha criticado el envío de armamento a Ucrania anunciado por Sánchez el pasado miércoles en el Congreso. El presidente rectificó su posición 24 horas después de asegurar que España no entregaría material bélico a las tropas y milicias ucranianas.
Tal y como informó este diario, una llamada de Josep Borrell fue clave para el cambio de opinión del presidente. Podemos criticó el envío, pero la vicepresidenta Díaz apoyó a Sánchez, lo que ha provocado un incendio entre la formación morada y la dirigente llamada a liderar una candidatura -con Podemos dentro- en las próximas elecciones generales.