"Ha sido una jugada maestra". Pedro Sánchez ha logrado convencer a algunas de las voces más críticas del PSOE de que los indultos y la mesa de diálogo con el separatismo son una buena idea. Así lo reconocen algunas de estas fuentes a Vozpópuli. La ruptura entre ERC y el partido de Carles Puigdemont es uno de los objetivos de Sánchez. Y lo ocurrido esta semana en Barcelona, dicen, es un paso en la buena dirección.
Hasta los más incrédulos dentro del PSOE admiten que el acercamiento de Sánchez al independentismo funciona. Es cierto que siempre habrá voces críticas. El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, ha estado muy activo estos días. Rechaza la bilateralidad con Cataluña y ha censurado este jueves la retirada de la bandera de España antes de la rueda de prensa del presidente de la Generalitat, Pere Aragonés.
Legislatura estable
Pero la resistencia en el seno del actual PSOE al foro de diálogo con el separatismo catalán es ya residual. Y la sucesión de acontecimientos está venciendo la poca resistencia que quedaba. La espantada de Junts per Catalunya (JxCat) ha facilitado el "mal trago" que supone para algunos socialistas la foto de Barcelona. La vaguedad de la negociación en cuanto a la cuestión territorial ha contribuido a despejar algunas dudas. "El presidente ha dicho que las posiciones están alejadas y que el límite de la Constitución está claro", dicen estas fuentes.
La mesa y antes los indultos han sujetado la alianza con ERC, clave para un Gobierno de coalición muy débil parlamentariamente. El Gobierno confía en sacar adelante los Presupuestos Generales del 2022. La llegada de los fondos europeos, los cambios en el Consejo de Ministros tras la salida de Pablo Iglesias o figuras como Iván Redondo o Carmen Calvo y la perspectiva de un rebote económico "potente" tras el hundimiento provocado por la pandemia del coronavirus han dado aire a Sánchez para llevar adelante la legislatura, según explican desde el partido.
Otra lectura que hace el PSOE es "el bucle" en el que a su juicio ha entrado el PP, que, dicen, se limita desde su victoria del 4 de mayo en Madrid a reclamar elecciones generales. "Hay una sensación de estabilidad en la legislatura que no existía hace solo unos meses", aseguran. "Y eso ayuda a desactivar el discurso de la oposición (PP y Vox) que están todo el día pidiendo elecciones, cuando saben que no habrá".
Sánchez, con Lambán
Sánchez ha querido reforzar el mensaje de que no hay cesiones a Cataluña con una visita al presidente de Aragón, el socialista Javier Lambán. No era una reunión cualquiera, porque Lambán es uno de los barones más críticos con el separatismo catalán.
Y el jefe del Ejecutivo se ha desplazado a Zaragoza para prometer a Lambán que Aragón y Cataluña estarán en "pie de igualdad" en la candidatura olímpica que España quiere presentar para albergar los Juegos Olímpicos de invierno en 2030. "El año 2030 puede convertirse en un nuevo 1992 para España en términos deportivos, de visibilidad y de desarrollo económico de las zonas que necesiten mayor inversión y atención pública”, ha dicho Sánchez en Zaragoza.
No ha sido un alegato cualquiera el que ha hecho el presidente en Aragón. No solo por la lectura dentro del PSOE sino también a nivel territorial. Lambán había amenazado con abandonar la candidatura olímpica si llevaba el nombre de Barcelona Pirineos 2030. El compromiso del Gobierno en Zaragoza sugiere que se buscará otra fórmula para que las dos regiones, que aportarán como sedes sus estaciones de esquí en el Pirineo, se presenten con otro nombre.
"Si no la organizamos entre todos, la candidatura olímpica está abocada al fracaso” ha dicho Lambán. "Aragón tiene que reivindicarse como actor fundamental de la construcción de España como gran país, pero hacerlo en tono de igualdad con el resto de comunidades. No somos más que nadie, pero tampoco menos. Los aragoneses hemos sido siempre pocos, pero nunca poco".