El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha afirmado este miércoles en Suecia que todos los países de la UE tendrán que hacer cesiones para poder acordar un fondo europeo de reconstrucción post-covid: "Evidentemente, todos tendremos que hacer renuncias para poder llegar al acuerdo, porque lo importante es que demos una respuesta común".
Así lo ha afirmado en rueda de prensa junto a su colega sueco, Stefan Löfven, con el que se ha reunido en su residencia oficial de verano de Harpsund. En el encuentro ambos han tratado de mostrar espíritu constructivo pese a sus diferencias en vísperas del Consejo Europeo de los días 17 y 18 que se centrará en las negociación del fondo.
De hecho, Löfven se ha mantenido en su rechazo a que el fondo europeo conceda ayudas directas a los Estados miembros y ha insistido en que es partidario de que solo sean préstamos y enfocados en las "necesidades reales".
También ha identificado como obstáculo el tamaño del fondo propuesto por la Comisión Europea (750.000 millones, de ellos 500.000 millones en transferencias y el resto en préstamos). Ambas cosas, el tamaño del fondo y la proporción de transferencias, son fundamentales para España.
El primer ministro de Suecia asegura que "el acuerdo en julio es muy complicado, pero no imposible"
Löfven también ha advertido de que tanto el presupuesto europeo 2021-2027 como el fondo de recuperación deben adaptarse a la realidad de que la UE ha perdido a uno de sus grandes contribuyentes, Reino Unido.
Con todo, ambos han coincidido en que el objetivo es que la UE salga más fuerte de esta crisis, y en la necesidad de alcanzar un acuerdo cuanto antes para no "retrasar la recuperación" y correr "el riesgo de que se agrave la crisis", en palabras de Sánchez. "No queremos que esto se dilate mucho tiempo, tenemos que trabajar duro y ser constructivos", ha añadido su anfitrión.
"Complicado, pero no imposible"
A juicio, de Löfven, "el acuerdo en julio es muy complicado, pero no imposible", así que todo el mundo debe hacer esfuerzos, y todo el mundo debe ir con la actitud adecuada para encontrar un término medio. "Si en una negociación uno no estás dispuesto a cambiar un poco de postura más vale enviar un papel a Bruselas y no ir", ha afirmado.
Eso sí, también ha reconocido que todos los países tienen sus límites a la hora de hacer posibles cesiones, y por eso son necesarias conversaciones para entender las posiciones de todos y "tender puentes". "El acuerdo a 27 es difícil y todos tendremos que ceder en algunas posiciones", ha reconocido también Sánchez.
Al español le ha preguntado una periodista sueca por qué España no tiene suficiente con préstamos e insiste en la necesidad de transferencias. Además de decir que España ya ha utilizado los instrumentos de crédito y que no se opone a que el fondo también los incluya, ha señalado que el objetivo es que las economías europeas sean "mucho más resilientes" en un momento en que la pandemia ha acelerado retos que ya existían, como la transición digital y el cambio climático.
"Reformas difíciles en el pasado" en España
Y ha añadido que España "ha realizado reformas difíciles en el pasado" y que con sus últimas reformas legislativas está demostrando su compromiso con una economía más resiliente, más ecológica y más digital.
Sánchez ha propuesto negociar "con empatía" hacia otros gobiernos y sus puntos de vista, para buscar la unidad más que las diferencias
Sánchez ha insistido en su argumento de que la UE se ha construido con acuerdos y no con vetos y se ha propuesto negociar "con empatía" hacia otros gobiernos y sus puntos de vista, para buscar la unidad más que las diferencias ante las "horas muy difíciles" que tienen por delante los líderes europeos.
Ese era el propósito de este encuentro con uno de los cuatro gobiernos que se autodenominan 'frugales' (Suecia está en esta posición junto a Países Bajos, Dinamarca y Austria). "Ahora no estamos negociando, pero queremos entender los argumentos y ambas partes del debate", ha señalado el primer ministro sueco.
Sánchez también ha agradecido a su anfitrión la solidaridad de Suecia en los momentos más difíciles de la pandemia, cuando en España faltaban suministros médicos y, sobre todo, respiradores.