La Semana Santa 2022 estará protagonizada por el regreso de la 'normalidad' casi absoluta, con viajes por carretera a distintos puntos de la geografía nacional. La Dirección General de Tráfico (DGT) así lo estima, ya que respecto a 2019, la movilidad se reducirá en tan solo un 2,10%, con un total de 14,6 millones de desplazamientos de largo recorrido.
La Guardia Civil, como es habitual, será la encargada de vigilar las carreteras y hacer prevalecer la Ley de Tráfico. Lo hará con un gran arsenal que estará especialmente operativo durante estos días de gran trasiego. El objetivo es contradecir al 'Big Data', que tras analizar diversos parámetros, estima que 36 personas fallecerán al volante durante la Semana Santa.
La DGT no se dejará nada en casa durante esta campaña de Semana Santa. Los 13 helicópteros de los que dispone (10 de ellos con el sistema vigilancia Pegasus) sobrevolarán nuestras carreteras para cazar al infractor. Sus cámaras son capaces de leer 400 matrículas por minuto y tienen capacidad para sancionar cualquier infracción, ya sea un exceso de velocidad o circular sin cinturón de seguridad. Siempre que conduzcas por encima de 80 km/h, nada de lo que hagas se escapará de su objetivo.
Los últimos 'juguetes' que ha adquirido la DGT de manera paulatina son los drones. En total, la Guardia Civil podrá hacer volar 39 de estos dispositivos en todo el país, salvo Cataluña y País Vasco, que poseen sus propias competencias. 23 de estas naves no tripuladas tienen capacidad para sancionar de manera directa, mientras que el resto pueden grabar videos que supervisan los agentes de la Guardia Civil para multar.
No tienen posibilidad de detectar excesos de velocidad, aunque por su altura de vuelo, son ideales para captar otro tipo de infracciones como no llevar el cinturón, hacer uso del móvil o realizar adelantamientos indebidos. Además, por su tamaño son muy difíciles de detectar por el ojo del conductor, lo que impide reaccionar a tiempo para evitar una sanción.
La Dirección General de Tráfico se ha puesto especialmente dura con el uso del móvil o no utilizar los sistemas de retención. Simplemente tener el teléfono en la mano, aunque no se use, implica una sanción de seis puntos, equivalente a una conducción temeraria o a conducir bajo los efectos del alcohol por debajo del límite penal. No usar el cinturón son 4 puntos menos. Esta preocupación de la DGT le ha llevado a comprar 15 furgonetas y un camión, que gracias a la altura de su cabina tiene facilidad para captar qué sucede en el interior de los coches. En distintos puntos vijos, la DGT también cuenta con 216 cámaras especializadas en controlar el cinturón y la utilización del móvil.
Para captar excesos de velocidad, la DGT cuenta con los clásicos radares. En las carreteras españolas ya hay más de 1.000 velocímetros: 780 son fijos, 545 son móviles y 92 son de tramo. De aquí hay que destacar el modelo 'veloláser', inalámbricos y con capacidad para ir fijados sobre un coche o trípode. Por su tamaño (no superan los 50 cm de altura), son casi indetectables para los conductores.
Para acompañar a este arsenal tecnológico y vehicular, la Guardia Civil contará con un amplio despliegue de recursos humanos. Los agentes en carretera velarán por la seguridad ciudadana y también harán controles aleatorios de alcohol y drogas.
Campaña especial de vigilancia en Semana Santa
La DGT dividirá su campaña para Semana Santa en dos fases. La primera va del 8 de abril hasta el domingo 10, en la que Tráfico entiende que será la fase más tranquila, con 3,7 millones de desplazamientos. El grueso de los movimientos en carretera arrancará el miércoles para todo el país salvo en Cataluña, donde arrancará el Jueves Santo.
Esta estará activa hasta finalizar la semana santa, es decir, hasta el lunes 18 de abril. Pese a que la mayoría de desplazamientos de vuelta serán el domingo, la DGT pronostica una fuerte actividad el lunes, debido a que es festivo en varias comunidades autónomas. Este operativo de Semana Santa se suma al que está en vigor desde el pasado 4 de abril, una campaña especial de control para vigilar el uso del cinturón de seguridad y de los sistemas de retención infantil en vías urbanas e interurbanas.
De cumplirse los pronósticos del 'Big Data' de la DGT, la Semana Santa de 2022 sería la que registrase más fallecidos (36 en total) desde el año 2016, cuando las cifras repuntaron hasta situarse en los 41 fallecidos. Este aumento de los muertos en carretera se corresponde a cierta lógica: el año pasado, en 2021, los cierres perimetrales de las comunidades autónomas por el coronavirus hicieron que se redujeran los viajes de largo recorrido en un 46%. Pese a ello, murieron 5 personas más que en 2019, que tuvo una afluencia de tráfico normal (32 fallecidos frente a 27).
En 2022, con un tráfico casi recuperado según las estimaciones, si la tendencia al alza se mantiene, es 'lógico' que haya más fallecidos en carretera que el pasado año. Pese a ello, la mejoría de España en los últimos años en cuanto a mortalidad en carretera es notoria: hace 15 años, fallecían más del doble de personas que ahora durante la Semana Santa. En 2007 perdieron la vida 103 personas y fue la última vez que se superó el umbral de la centena de víctimas. El año siguiente, 2008, fue el último que registró más de 50 muertos en carretera.