Estamos hartos. Y los sanitarios más que nadie. Lo de 'fatiga pandémica' se queda corto para un estado generalizado de hartazgo, de día de la marmota que no cesa desde marzo de 2020. Muchos anhelábamos una Navidad donde comer el turrón a gusto y cantando a pleno pulmón los villancicos, ver la Gala Inocente Inocente, y disfrutar, en definitiva, de esa rutina anual que implican las fechas. Los primeros, nuestros médicos de cabecera y enfermeras de Atención Primaria.
Según fuentes de Atención Primaria consultadas por Vozpópuli, un runrún recorre los centros de Salud de España, y es la posibilidad de quedarse, otra vez, sin vacaciones. Muchos temen que el ejemplo de Navarra se extienda al resto de regiones, lo que terminaría por rematar a un personal "al borde del colapso".
La Comunidad Foral de Navarra ha suspendido las vacaciones y los permisos de su personal sanitario ante la enorme demanda asistencial en los centros de Salud por la sexta ola covid y la falta de profesionales para cubrir las bajas y las vacantes. Ola tras ola, se ha exigido el máximo a un personal diezmado y agotado.
Salvador Tranche, presidente de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc) (la que más profesionales de este ámbito agrupa), califica la situación como: "La historia interminable". Solo que en el libro de Michael Ende el fin se vislumbraba bastante mejor que en las circunstancias actuales.
"Estamos siempre al filo de la navaja, y estamos ya muy cansados. Muchos compañeros acumulan días y días de vacaciones", lamenta. A la falta de vacaciones hay que añadir otro factor, muchos compañeros están contagiándose de covid en sus entornos personales y causando baja en el trabajo, por lo que otros tienen que doblar su turno.
"Tenemos que hacer un llamamiento importante para que la ciudadanía tome medidas de seguridad. La covid es un problema comunitario y en su momento, cuando fuimos responsables, conseguimos contener la pandemia. Igual este año no puedes celebrar las Navidades tanto como te gustaría, y no puedes celebrar comidas o cenas de empresa. Ese es el llamamiento que hacemos. Por favor. Las consultas de Atención Primaria están saturadas", asevera Tranche.
Y es que no hay que olvidar que además de la atención médica que ofrecen los centros de Salud de manera habitual, hay que añadir la masiva llegada de nuevos contagiados de covid y las vacunaciones contra este virus y la gripe. No solo eso, muchos centros de Salud se dedican también a labores de rastreo. Las vacunas, aunque impidan el ingreso en hospitales, no evitan que aumente el trabajo de los centros de Salud, que tienen que diagnosticar los casos (leves o graves) y hacer seguimiento de los mismos.
Salud Pública al límite
Los profesionales de Medicina Preventiva y Salud Pública también están al borde del colapso. Muchos ya veían venir desde hace semanas que se avecinaba otra Navidad negra. Una gran parte de estos especialistas llevan acumulados días y días de vacaciones que no han podido utilizar. Su situación es todavía más precaria que en Atención Primaria, dada la escasez de personal con la especialidad requerida. Cuando llegan las vacaciones, los equipos se quedan a la mitad, y su función es clave en la detección de casos y la vacunación en centros hospitalarios.
Henar Rebollo, jefa de Servicio de Medicina Preventiva del Hospital Marqués de Valdecilla, da buena muestra de los pocos profesionales con los que cuentan los equipos: "Nosotros en este Servicio perdimos efectivos porque un adjunto mío pasó a ser director general de Salud Pública de Cantabria. Otra enfermera también se fue a la Consejería de Sanidad. Por tanto, quedamos 4 médicos y 6 enfermeras para todo".
Esta plantilla se reducirá a la mitad en vacaciones, quedando al frente de la pandemia 2 médicos y 3 enfermeras. "Para el trabajo rutinario ya estábamos teniendo que doblar alguna tarde. La explosión de casos de la sexta ola ya ha sido la bomba. En la vacunación vamos a salto de mata. No hemos acabado con los adultos en riesgo y ya empezamos con los niños".
En la vacunación vamos a salto de mata. No hemos acabado con los adultos en riesgo y ya empezamos con los niñosHenar Rebollo, jefa de Servicio de Medicina Preventiva del Hospital Marqués de Valdecilla.
"Estamos superquemados, doblamos turnos desde que empezó la pandemia y tenemos discusiones diarias. Con la pinta que tiene esto no vamos a ser suficientes para Navidades. A esto hay que añadir la dificultad para contratar a más profesionales. No los hay. Hay muchas bajas, gente quemada que lo ha dejado y muchos contagiados en el gremio".
Rebollo dice que los principales contagios entre sanitarios se están dando entre el personal con niños pequeños. "Estamos con unas plantillas reducidas que no han gastado todas sus vacaciones y días libres y aquí todos los días sube la hospitalización, la UCI y todo. Es decir, tenemos mucho más trabajo, con menos gente. Lo peor de la situación es que no ves el fin".