Ni se advierten "especiales problemas de seguridad en la ejecución de los trabajos" ni es una "obra mayor". El Tribunal Supremo ha desmontado los argumentos del juez que paró las obras para la exhumación de Francisco Franco. En su sentencia, los magistrados han dejado en evidencia que el titular del Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 3 de Madrid, José Yusty Bastarreche, se extralimitó al acordar el cese de los trabajos en el Valle de los Caídos.
Hace ocho meses, el juez madrileño planteó sus dudas sobre los efectos que podrían tener las obras tener sobre el conjunto del Valle de los Caídos. "Se trata de remover unas losas de mármol, que a su vez tapan una losa de granito de, al parecer, 2.000 Kgs. de peso, y no hace falta ser arquitecto, arquitecto técnico, ingeniero ni maestro de obras para percatarse de que ello es de por sí es algo complicado, difícil de manejar, y por tanto peligroso", llegó a decir en un auto del 25 de febrero.
Esta semana, el Supremo ha desestimado el análisis del magistrado y ha asegurado en su sentencia que "al fin y al cabo, se trata de levantar una losa, extraer los restos y reponer el solado original". De ahí que incluso considere que la obra "no necesita licencia municipal".
Cuando ordenó paralizar las obras, Yusty aseguró en su auto que existía un "riesgo evidente" de caída, rotura o cualquier otro accidente así como de "causar daños a las personas, sin duda un grupo no escaso de ellas, que tienen que realizar la citada maniobra".
Los jueces del Alto Tribunal han tumbado este argumento. En concreto, han hecho hincapié en que el examen del proyecto técnico "pone de manifiesto con claridad" que no se advierten especiales problemas de seguridad en la ejecución de los trabajos ni "riesgo de daños a elementos ornamentales que no puedan ser restaurados".
Evaluación de peritos
Fuentes jurídicas han asegurado a Vozpópuli que los peritos arquitectos propuestos por el entorno de la familia de Franco acudieron el 20 y 23 de septiembre al Juzgado madrileño para explicar al juez Yusty el contenido del informe en el que se resaltan los supuestos riesgos arquitectónicos que tendría la exhumación para la Basílica de la Santa Cruz del Valle de los Caídos.
Las reuniones con los expertos tuvieron lugar después de que la Abogacía del Estado presentara al juez Yusty un informe pericial que defiende que la exhumación no afectará la estructura del Valle de los Caídos, una versión contraria a la de los peritos de los Franco.
Sí hay urgencia
Al momento de tomar su decisión, el juez que paró las obras de la exhumación de Franco aseguró que no se apreciaba "especial urgencia" en el traslado "del que fue Jefe del Estado", ya que estaba enterrado "desde el 23 de noviembre de 1975, es decir, más de 44 años".
Los jueces del Supremo también han discrepado en este apartado. A su juicio, sí han apreciado la "existencia de justificación de la urgencia y necesidad exigidas por la Constitución en los términos que ha considerado suficientes el Tribunal Constitucional". "En efecto, no se pretende más que retirar del primer plano, desde luego en un lugar de titularidad estatal, cuanto signifique, represente o simbolice el enfrentamiento civil", han añadido los magistrados.