España

Las tres versiones distintas de los tres imputados chocan en la defensa de las tarjetas opacas

Rato aseguró que las tarjetas eran parte de su salario, Blesa habló de un complemento retributivo para compensarle sus gastos y Sánchez-Barcoj habló de un complemento de libre disposición que se podía usar con flexibilidad. El juez Andreu analiza las contradicciones entre los tres imputados tras su interrogatorio.

  • El ex presidente de Bankia, Rodrigo Rato, abandona la Audiencia Nacional imputado por el caso de las tarjetas opacas

El miércoles comenzará el embargo de las propiedades del ex presidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, y del ex presidente de Bankia, Rodrigo Rato. La prioridad judicial es recuperar el dinero que los 86 directivos premiados por uno y otro gastaron desde el año 2003 hasta el año 2012. Sin embargo, el caso de las tarjetas no parece más cerca de su resolución después de que los tres altos cargos que comparecieron ofrecieran tres versiones diferentes sobre las tarjetas opacas.

El Ministerio Público mostró en el interrogatorio el contrato de esas tarjetas firmados por el ex director general de Caja Madrid, Ildefonso Sánchez-Barcoj, así como el extracto de movimientos de Rodrigo Rato pero no los contratos de los antiguos presidentes que parecen no estar disponibles ya. Con esas lagunas de declaraciones y pruebas, el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu tiene ahora mismo sobre su mesa tres versiones distintas de tres imputados diferentes sobre las 86 tarjetas.

ORIGEN DE LAS TARJETAS

Los tres imputados discreparon sobre el origen del sistema de tarjetas opacas. El supuesto cerebro de las tarjetas, Ildefonso Sánchez-Barcoj, negó haber ideado el sistema como sostiene el informe de la Fiscalía Anticorrupción y aseguró que cuando comienzan los primeros pagos opacos él ni siquiera trabajaba en Madrid sino en Valencia. Blesa señaló a su predecesor, Jaime Terceiro, como autor de ese sistema de pagos aunque fuentes de la antigua presidencia recuerdan –tal y como adelantó Vozpópuli—que el sistema con Terceiro no era opaco y consistían en tarjetas de crédito con 100.000 pesetas de límite (600 euros). “Se mantuvo la inercia”, dijo literalmente Miguel Blesa a preguntas del Fiscal. Por su parte, Rodrigo Rato culpó a los otros dos imputados y aseguró que el sistema fue ideado en tiempos de Blesa.

CONCESIÓN DE LAS VISAS B

Tanto Blesa como Rato señalaron a Sánchez-Barcoj como responsable del sistema de concesión de tarjetas. De hecho, el propio informe de Bankia le responsabiliza tanto de la gestión como de su contabilidad a mano a través de su comité de medios. Por su parte, Sánchez-Barcoj les culpó a ambos al asegurar que la responsabilidad de las concesiones y límites de crédito correspondía al presidente: Blesa desde 1999 y Rato desde 2012, aseguró y recordó que el ex jefe de personal, Manuel Gutiérrez, le hizo a él entrega de la suya. 

CONCEPTO DE GASTO

Cada uno de los imputados dio una versión distinta sobre en concepto de qué se les pagaba. Miguel Blesa aseguró a preguntas del Ministerio Fiscal que era un “complemento retributivo para compensar sus gastos” como presidente de la entidad. Así pues, sería una forma de devolver pagos adelantados por él. Sin embargo, su número dos en aquella época, Sánchez-Barcoj, afirmó que se trataba de un complemento de libre disposición que se podía “usar con flexibilidad”. Frente a ambos, la versión de Rodrigo Rato que describió los pagos con la tarjeta como parte de su salario al describirlos como “gastos personales englobados en mi retribución”.

Esa descripción de Rato puede haber sido un error jurídico, destacan fuentes de la causa, ya que si formaban parte de su retribución bien como ingreso o bien como gasto deducible, Rato debería haberlos declarado en su IRPF, algo que no hizo. Además, el Ministerio Fiscal subrayó en la misma vista –según fuentes presentes en el interrogatorio—que la circular 4/2011 del Banco de España obligaba a publicar todas las remuneraciones de los directivos sin que, entre lo publicado, figuraran los pagos con tarjeta.

INFORMACIÓN AL REGULADOR

Ninguno de los tres admitió haber informado ni al Banco de España ni a Hacienda sobre el sistema de tarjetas opacas. De hecho, en el caso del regulador bancario, los tres le atribuyeron a este la responsabilidad: “no pedían esa información pero se habría informado si lo pidieran”, aseguró Miguel Blesa. Sánchez-Barcoj fue incluso más allá, al asegurar que “no se ocultó al Banco de España nada de estas tarjetas”. La Fiscalía subrayó en las tres ocasiones que se habían incumplido las circulares del BdE que obligaban a publicar todas las retribuciones de sus cúpulas directivas.

La misma dinámica se mantuvo a la hora de hablar de Hacienda. “Creí que sí se declaraban” dijo Miguel Blesa en sintonía con lo que dijo Rodrigo Rato que aseguró: “no sospeché que fueran opacas”, según revelan fuentes de la causa presentes en el interrogatorio. Sólo Sánchez-Barcoj admitió saber que las tarjetas opacas “no tenían retención fiscal” pero al ser preguntado sobre la información remitida a los inspectores, remachó: “no era de mi competencia”.

La declaración de los tres antiguos responsables de la caja deja ahora sobre la mesa del juez instructor tres versiones enfrentadas en cada uno de los cuatro ángulos del interrogatorio: el origen de las tarjetas, la concesión y el concepto por el que se otorgan, la operativa de las mismas y la información remitida a los reguladores. Las contradicciones entre unos y otros pueden servir al juez para determinar lo irregular de un sistema por el que todos admiten no haber tributado a Hacienda. Por contra, los abogados de las defensas pretenden ya aprovechar esas contradicciones para demostrar que sus clientes no controlaban el sistema de tarjetas y para argumentar que se les hace "responsables únicos de una decisión solidaria", la que adoptó el consejo de administración de la entidad, responsable último de las decisiones corporativas.

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