El expresidente de la CEOE y hoy recluso de la cárcel de Soto del Real, Gerardo Díaz Ferrán, sigue sin admitir que usó una de las polémicas tarjetas 'black' de Caja Madrid y Bankia pese a que estaba a su nombre. Después de negarse a declarar ante el juez Fernando Andreu cuando fue citado el pasado 16 de febrero para aclarar los pagos de su 'visa opaca', el que fuera propietario del Grupo Marsans ha remitido este lunes a la Audiencia Nacional un escrito en el que solicita al magistrado la práctica de una nueva diligencia: que se reclame a la entidad financiera "copia del original de todos y cada uno de los cargos" adjudicados a la tarjeta "supuestamente atribuida" a él. Según los datos que obran en la causa, Díaz Ferrán dilapidó más de 90.000 euros con su 'black' en los algo más de cuatro años en los que dispuso de ella. La mayoría, en restaurantes.
El expresidente de la patronal quiere que se incorpore al sumario "copia original" de los cargos con su firma hechos por la 'Visa' "supuestamente atribuida" a él
El escrito, de sólo un folio de extensión y al que ha tenido acceso Vozpópuli, recalca que esta información es de "vital importancia para el esclarecimiento y posterior conocimiento" de lo sucedido con dichas tarjetas "a la vista del contenido de los CD" que recogían los cargos de todos los ususarios de las 'black'. En concreto, reclama que "a la vista del contenido de las declaraciones de los imputados efectuadas hasta el día de hoy" y de sendos autos del propio juez Andreu del 27 de febrero y el 9 de marzo pasado, pide al magistrado que requiera dicha información "mediante oficio a Bankia y a la Fundación de Caja Madrid, ambas sucesoras de Caja Madrid", la entidad a cuyo consejo perteneció. Además solicita que se pida "copia original" de los documentos de dichos cargos y que en los mismos deberá figurar su firma "en el momento de su gasto, emisión o cargo".
La petición de Díaz Ferrán se produce después de que el pasado 16 de febrero compareciera como imputado ante el juez Andreu y se negase a declarar sobre el uso que hizo de su tarjeta 'black'. Fue el único de los diez titulares que comparecieron aquel día como imputados que se acogió a su derecho a guardar silencio. Días después, el magistrado le fijó una fianza de responsabilidad civil de 126.000 euros. Era la cifra resultante de sumar a los 93.984 euros que gastó entre el 19 de abril de 2005 y el 17 de octubre de 2009, el tercio que marca la ley para calcular dichas cantidades.
En restaurantes de su concuñado
El listado de gastos que refleja la 'black' del empresario es muy peculiar. De los 64 cargos que figuran en la relación incorporada al sumario, nada menos que 54 fueron hechos en restaurantes. Y, además, con una particularidad: la mitad del total de lo gastado con su tarjeta 'black' se desembolsó en locales de su concuñado y también imputado en la causa, Arturo Fernández, expresidente de la Confederación Empresarial de Madrid (CEIM). En concreto, en los restaurantes del presidente del Grupo Cantoblanco desembolsó 47.900 euros en importes que, sospechosamente, eran siempre cifras redondas: 800, 1.000, 1.200, 1.500 y 1.800 euros. Algunos de ellos, realizados el mismo día. Sin embargo, hay incluso un detalle más llamativo en estos pagos: pese a que Díaz Ferrán disfrutaba del 'plástico' desde tres años antes, éstos se realizaron a partir de 2008, cuando las empresas de hostelería de Arturo Fernández comenzaron a pasar apuros económicos.
Cuando fue citado como imputado por el juez Andreu el pasado mes de febrero, se negó a declarar. Fue el único que se acogió a su derecho a guardar silencio
Junto a estos gastos en los restaurantes de su concuñado, el expresidente de la patronal también utilizó la tarjeta para otros cargos personales. Así, figuran pagos en seis restaurantes de lujo, en uno de los cuales llegó a abonar 2.000 euros en abril de 2009. Junto a ellos, también aparecen sendos cargos en mayo y junio de 2008 en una empresa de decoración y arquitectura, a la que entregó un total de 5.003 euros; dos más en compras en el Corte Inglés por 2.000 euros y otro par más de 1.000 euros cada uno el mismo día de febrero de 2006 en la misma tienda de ropa. Díaz Ferrán dice ahora que no reconocerá ninguno de estos abonos hasta que no le muestren las "copias originales" firmadas por él de dichos cargos realizados con la tarjeta "supuestamente atribuida" a él.