Esta semana ha circulado por redes, probablemente en exceso, el vídeo de la prostituta en el exclusivo club privado de La Moraleja, a la que increpan, entre otros motivos, por haber hecho topless. Todos, periodistas y ciudadanos, nos hemos lanzado a comentar la situación. Uno de los protagonistas del vídeo es el señor del polo verde, que repite en varias ocasiones que "El Salmones", como llaman al socio díscolo que acudió con la 'escort' brasileña, se merece la expulsión del club durante seis meses por incumplir las normas del mismo. Pero, ¿pueden impedirle realmente la entrada?

Al ser clubs privados, exclusivos y, normalmente, para ciertos sectores pudientes, los socios pueden poner las normas que quieran, ya que se sustentan con su propio dinero. Muchas de ellas son normas habituales y lógicas, que podrían encontrarse en cualquier otra piscina municipal o de urbanización. Pero entre las normativas, colgadas en las páginas webs de los centros recreativos más exclusivos de Madrid, encontramos algunas de lo más llamativas, como la exigencia de hacer un uso restringido del móvil.

Este tipo de clubs no solo incluyen piscinas. El Club de Campo Villa de Madrid, el Real Club de la Moraleja, el Club Social Deportivo Parque Lisboa, Club Deportivo Estoril II... todos ellos coinciden en que cuentan con pistas de pádel, de tenis, zona para jugar al golf, incluso zonas infantiles. Y, lógicamente, también comparten muchas normas.

Por ejemplo, ahora, tras el estallido de la pandemia, todos coinciden en las normativas covid, ya conocidas por todos y variantes en función de la situación sanitaria. Además, en ninguna de ellas se puede entrar si se lleva vendajes o se padece enfermedades infecto-contagiosas, algo que aunque, lógico, no se plantea habitualmente. Otra norma compartida es la de intentar de mantener el silencio, o por lo menos, tratar de molestar lo menos posible.

Y por supuesto, nunca se puede hacer topless, tal y como queda reflejado en el vídeo viral, donde reprochan a la 'escort' esta forma de "no vestir". De hecho, todas exigen vestir adecuadamente, según la actividad que se está realizando. Aunque el más estricto en este aspecto es el centro protagonista de la semana, el de La Moraleja, que asegura que "el silencio y decoro debe primar por encima en cualquier situación".

El tema de la introducción de alimentos es diferente en según qué lugar, pero por lo general, en ninguno de estos elitistas clubs se puede comer fuera de las zonas exclusivas para ello, "para mantener la higiene y la limpieza de los recintos". Pero no se trata esta de una norma que perjudique especialmente a los clientes, ya que estos clubs privados cuentan con bares y zonas para comer.

Las normas más 'extrañas' en los clubs privados

Aunque la gran mayoría de las normas que rigen este tipo de clubs privados y exclusivos sean muy normales, cuando se investiga en los documentos de sus respectivas páginas webs, se encuentran algunas reglas peculiares, sobre todo en el de La Moraleja.

Por ejemplo, allí si vas a jugar al golf, aunque no seas ningún experto, aparte de vestir con la vestimenta adecuada (dan mucha importancia al decoro en el vestir y en las formas) no puedes ponerte la gorra con la visera hacia atrás.

Uno de los aspectos que más llama la atención al leer el documento de normativas del Real Club de La Moraleja, es el del control del uso de los móviles. En la zona de golf "están permitidos los teléfonos móviles siempre en silencio" y las conversaciones tienen que producirse a una "distancia suficiente que no perturbe la tranquilidad de los demás socios". Además, "se recomienda limitar el uso de teléfonos móviles en las instalaciones deportivas y servicios" y están totalmente prohibidos en la sala fitness.

En el Club Social Deportivo Parque Lisboa se recoge, en su larguísima lista de normas y prohibiciones, que "no se podrán realizar en la pradera y terraza, labores de costura, por el peligro que supone la posible pérdida de agujas".

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