La dirección del partido democristiano que dirige Josep Antoni Duran Lleida ha ganado este domingo por una ajustada victoria al sector independentista, que lideraban Núria de Gispert -presidenta del Parlamento catalán- y el diputado Antoni Castellà, la consulta interna realizada a poco más de 4.000 militantes sobre si debían seguir –respetando la legalidad- o no el órdago independentista lanzado por sus socios de Convergència Democràtica (CDC) liderados por el presidente catalán Artur Mas.
Según los datos del escrutinio confirmados por Vozpópuli en la sede de Unió en la calle Nápoles de Barcelona, la militancia de Unió ha votado a favor de la pregunta planteada por el partido sobre la hoja de ruta del denominado “proceso soberanista”. Según los datos oficiales, el "sí" (50,9%) se ha impuesto por un estrecho margen sobre el "no" (46,19%). El "sí" ha obtenido 1.351 votos, el "no" 1.226 y 71 papeletas fueron en blanco o nulas.
Según los datos oficiales, el "sí" (50,9%) se ha impuesto por un estrecho margen sobre el "no" (46,19%)
Crisis en CiU a tres meses de las autonómicas
Estos resultados abren una crisis interna importante en la federación nacionalista CiU a tres meses de las elecciones autonómicas anunciadas por Artur Mas para el próximo 27 de septiembre y que el presidente catalán quiere convertir en “plebiscitarias”, algo que está fuera de la legalidad que marca la Constitución y el Estatuto de Autonomía. Contra esto, la mayoría de los militantes de Unió ha votado que el proceso “respete la legalidad y la negociación con el Gobierno” al contrario de lo que quería el sector independentista. La participación en la consulta interna ha sido del 64'81% de la militancia de UDC.
La pregunta cuyo contenido fue aprobado por el comité de gobierno de UDC en una situación de división, con el 60% de la dirección (el sector oficial) a favor y el 40% (el sector independentista) en contra. El sector independentista de Unió –que según diversas fuentes podría salir del partido y agruparse en alguna formación independentista en los próximos meses o incluso en una plataforma de apoyo al órdago al Estado que plantea Mas- ha fracasado en su intento de que se preguntara directamente por si el partido estaba o no a favor de que “Cataluña se constituya en un Estado independiente”, algo que está fuera de la legalidad y dejaría fuera de la Unión Europea a Cataluña.
Gana el sector de Duran que defiende respetar la legalidad
Y esta controversia entre los dos sectores ha centrado prácticamente toda la campaña interna, en la que el propio Josep Antoni Duran Lleida avanzó que si él no ganaba, la dirección daría un paso atrás y cederá el testigo, mientras que el sector independentista equiparó votar no a votar sí a la independencia y al liderazgo del presidente de la Generalitat, Artur Mas. Tras la consulta de este domingo, el sector oficialista ha decidido respetar la legalidad vigente en cualquier futuro proceso de negociación con el Estado “para dar más soberanía a Cataluña” rechazando la declaración unilateral de independencia.
Un total de 4.095 militantes democristianos tenían derecho a pronunciarse este domingo sobre si estaban de acuerdo o no con una pregunta: “¿Queréis que Unió continúe con su compromiso con el proceso, desde el catalanismo integrador y de acuerdo con los siguientes criterios?” a la que acompaña una prolija descripción de condicionantes, dando como resultado una papeleta aún más alambicada que la de la consulta celebrada por los independentistas catalanes el pasado 9 de noviembre.
El sector oficialista ha decidido respetar la legalidad vigente en cualquier futuro proceso de negociación con el Estado “para dar más soberanía a Cataluña”
“La militancia democristiana ha refrendado este domingo por un margen muy estrecho las líneas rojas propuestas por la dirección del partido para comprometerse con el proceso independentista que plantea CDC, unas condiciones que chocan con la hoja de ruta independentista suscrita entre CDC y ERC”, afirma a Vozpópuli un dirigente que apoya a Duran. Lo que es evidente es que de esta consulta interna ha salido una Unió dividida, cuyas consecuencias son imprevisibles, y que en los próximos días puede afectar a las relaciones con CDC, que podrían acabar en el enésimo intento de ruptura de CiU en los últimos treinta años.
La pregunta planteada por la dirección de Unió, convertida ahora en estrategia oficial del partido en el órdago independentista de Artur Mas y CDC, no citaba la palabra “independencia” y sí “la plena soberanía catalana”. Se oponía a una “declaración unilateral de independencia y a la apertura de un proceso constituyente al margen de la legalidad”, como defendía Duran Lleida. Y descartaba “cualquier escenario que pueda situar a Catalunya fuera de la UE”. Unas tesis de difícil encaje con el documento suscrito el 31 de marzo por Convergència, Esquerra Republicana y las entidades independentistas, que establecía que Cataluña debe iniciar tras el 27-S una “transición democrática para convertirse en un Estado independiente”.
Ortega se olvida el DNI y quiere votar con tarjeta de crédito
Joana Ortega, consellera de Governació, vicepresidenta en el gobierno de Artur Mas y abiertamente independentista, ha acudido a la sede de Unió de Barcelona para votar en la consulta a la militancia. Cuando Ortega iba a votar se ha dado cuenta de que se había olvidado el DNI en casa y para ahorrase la molestia de ir a buscarlo ha preguntado a la mesa si podía votar con la tarjeta de crédito.
Como la respuesta ha sido negativa, Ortega ha tenido que regresar sobre sus pasos, coger la bicicleta eléctrica con la que había llegado y dirigirse a su casa desde la sede de la calle Nápoles a buscar el documento necesario para votar. Antes ha atendido a los medios de comunicación presentes en la sede. Pasadas las dos de la tarde, Ortega ha vuelto a la sede y esta vez sí que ha podido votar acompañada de su madre.