De los 127 integrantes del Consejo Político fundacional de Unión, Progreso y Democracia (UPyD) en septiembre de 2007, un total de 103 (algo más del 80%) ya no participan activamente en la vida de la formación magenta. Estos datos han sido recabados por Pedro Larrauri, exafiliado, excoordinador del Consejo Local UPyD en Vigo hasta el año pasado y candidato al Ayuntamiento de esta ciudad en las elecciones municipales de 2011.
Larrauri cuenta en su blog que el 15 de septiembre de 2007 se reunieron en Madrid unas 120 personas, representantes de las Coordinadoras del movimiento cívico Plataforma Pro, para ultimar la constitución de UPyD. La reunión estaba presidida por Rosa Díez, Carlos Martínez Gorriarán y Juan Luis Fabo, actuales portavoz, número dos y número tres de partido.
Según Larrauri, en aquella ocasión estos dirigentes ya “descartaron la opción que algunos habían barajado de trabajar en un proyecto conjunto con el partido Ciudadanos”. De aquel cónclave, continúa el excoordinador, salió ultimado el Manifiesto Fundacional de UPyD y unos días más tarde el partido de presentó en sociedad.
"Meses después de su constitución, en una maniobra oscura e irregular (sin avisar a los miembros), el Consejo Político fundacional fue modificado por Díez", subraya el exafiliado
Durante el acto público de aquella puesta de largo de la formación, celebrada en el teatro-auditorio de Madrid el 29 de septiembre de 2007, se constituyó el Consejo Político fundacional, conformado por 127 miembros, según las listas que el propio Larrauri aporta en su bitácora. Hasta aquí llegó la transparencia, relata el excoordinador.
En su opinión, todo dio un giro cuando “meses después de su constitución, en una maniobra oscura e irregular (sin avisar a los miembros), el Consejo Político fue modificado por la portavoz de UPyD y por su Consejo de Dirección, que era provisional, hasta que se celebrara el primer Congreso”, pese a que “no tenía potestad para hacer esa modificación”.
“Para muchos --prosigue Larrauri-- ese comportamiento de Rosa (y de Gorriarán y Fabo) estaba dirigido a hacerse con el control del partido y a eliminar a los que discreparan de la línea oficial mantenida por ellos mismos”.
"Deriva antidemocrática" de UPyD
A juicio del autor del blog, Díez y sus “elegidos” del Consejo Político lograron aprobar un reglamento para el I Congreso de UPyD, celebrado el 20 de noviembre de 2009, que “les permitía gobernar su partido con un poder absoluto e incontrolable”. “Fueron muchos los miembros del Consejo Político, y algunos del de Dirección (Mikel Buesa, Guzmán Fernández Ortiz, Gerardo Hernández Les), afirma Larrauri, que protestaron por “la deriva antidemocrática de UPyD”. Las consecuencias llegaron pronto, según el excoordinador: “Algunos fueron expedientados. Otros simplemente se hartaron y se fueron”.
¿Qué ha pasado desde entonces con esos primeros afiliados fundadores de UPyD?, se pregunta Larrauri, que recuerda a estos simpatizantes como “los más comprometidos e implicados en Plataforma Pro y en su continuación”. El excoordinador incluye una lista de bajas con los nombres de aquéllos sobre los que “no se registra ninguna relación significativa con UPyD en el último año y medio”.
Entre los citados, al margen del caso conocido de Albert Boadella, aparece, por ejemplo, Ángel Manuel Hernández Guardia, actual presidente del Movimiento Cívico 12-O, o Antonio Muñoz Molina, exdirector del Instituto Cervantes de Nueva York y miembro de la Real Academia Española (RAE). Sin embargo, desde UPyD aseguran que Muñoz Molina "nunca ha tenido nada que ver con el partido". Respecto a la relación de Fernando Savater con la formación magenta, Larrauri indica que el escritor "colabora a su manera". Fuentes de UPyD recalcan que Savater ha participado en la presentación de candidatos a las elecciones europeas el pasado 22 de marzo y en el II Congreso Nacional en noviembre de 2013.
En el caso del propio Larrauri, fue suspendido de militancia por UPyD en septiembre del año pasado y expulsado finalmente haces escasas semanas después de denunciar en una carta al director en la prensa viguesa supuestas maniobras del secretario nacional de Organización, Juan Luis Fabo, para controlar el Consejo Territorial gallego.
