España

Una venezolana salpicada en el caso Koldo y de la órbita de Maduro actúa para entrar en la causa

La empresaria, a la que llamaban 'Katy', entró en Barajas con ayuda de Koldo e iba a figurar como compradora del chalet que disfrutó Ábalos en Cádiz

Una empresaria socia de Víctor de Aldama y de la órbita de Nicolás Maduro ha irrumpido en el caso Koldo. Diana Katherina Cortés Callejas, ciudadana de nacionalidad venezolana y salpicada por la trama de corrupción, ha solicitado al juez que investiga a esta presunta organización criminal que le permita su personación en la causa, siendo de esta forma la primera de los venezolanos señalados que pretende acceder al contenido del sumario. 

Esta empresaria es señalada por los agentes de la UCO como una de las personas que Aldama 'coló' en el aeropuerto de Barajas en plena pandemia gracias a la ayuda de Koldo García. Del mismo modo, los miembros de la trama la pretendían utilizar para que figurara a nombre del chalet que adquirieron en 2021 para José Luis Ábalos en la urbanización gaditana de La Alcaidesa.

Cortés Callejas -que reside en el barrio Salamanca y a la que los miembros de la red se refieren como 'Katy'- ha solicitado al juez Moreno que le permita litigar en el caso. En su respuesta, a la que ha tenido acceso Vozpópuli, el instructor del conocido como caso Koldo le ha pedido que acredite los motivos por los cuáles quiere personarse en el procedimiento ya que la solicitud es escueta. En la misma, eso sí, se persona ya con abogado y procurador. 

Empresarios de la órbita de Maduro

Cabe destacar que no se tenía conocimiento de su actuación hasta que la UCO remitió uno de sus últimos informes, en los que se desvela detalles desconocidos de, entre otros asuntos, la visita furtiva de la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, a España en enero de 2020. En dicho oficio, la Guardia Civil desvela también la existencia de empresarios bolivarianos muy ligados al comisionista de la trama que iban a participar en la compra del chalet de Cádiz. 

Documento Transportes

Del volcado de los teléfonos de la trama se desprende que Diana Katherina Cortés Callejas acudió a visitar la casa que Aldama adquirió para el exministro de Transportes en febrero de 2021. En concreto se trasladó con Alfredo Chirino, otro socio venezolano de Aldama con el que habrían compartido negocios del sector del petróleo y de los diamantes. Este empresario controla Suelopetrol, empresa que ha firmado acuerdos con PDVSA, la petrolera estatal de Venezuela que ha sido epicentro de escándalos de corrupción y de tramas de saqueo. 

Una prueba de la relación que mantenía Aldama con estos empresarios es que Chirino figuraba en la lista de personalidades con las que Delcy Rodríguez tenía previsto reunirse durante su breve estancia en España. La UCO apuntó que el comisionista del caso Koldo y la 'número dos' de Maduro tenían una complicidad llamativa, hasta el punto de que ambos fraguaron este viaje que fue autorizado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. 

La compra del chalet de Ábalos

En lo que respecta al chalet de Ábalos, Chirino y Katy dieron los primeros pasos para adquirir la vivienda. De hecho, el 2 de febrero de 2021, Aldama informó a Koldo que ambos estaban visitando la vivienda porque eran los que iban a ejercer la compra "de manera velada". Una vez allí, Katy remitió a Aldama cerca de una veintena de fotografías del inmueble las cuáles hicieron llegar a Koldo con el fin de que éste se las enseñara al exministro.

Además, la empresaria venezolana le preguntó a Aldama en un momento dado si querían la casa amueblada o no, llegándole a relatar que creía que podrían bajar el precio, pero si la adquirían sin mobiliario. La Guardia Civil entiende que el destinatario final del inmueble era el entonces secretario de organización del PSOE puesto que, en paralelo, éste respondió a Koldo que dejaran únicamente el piano. 

Tras la selección del chalet, Aldama se dipuso a efectuar la compra del mismo, recurriendo para ello a Chirino. La UCO explica que éste puso a su disposición dos ciudadanos más. Por un lado, Henrique José Rodríguez Guillén (también ligado al sector del petróleo) y Katy. La Guardia Civil detalla que esta venezolana que ahora pide entrar en el caso Koldo ejercía labores administrativas para Chirino y Rodríguez Guillén. 

"A través de los mensajes que intercambió con Chrino, Katy y Henrique, se observa cómo, bajo sus instrucciones, estos se interesaron por esta vivienda, contactando con la inmobiliaria, realizando una visita e informándose de las condiciones de la compraventa, para posteriormente dar cuenta de todo ello a Aldama", explica la UCO.

Entrada en Barajas

Sin embargo, Aldama acabó recurriendo a Claudio Rivas, otro socio suyo salpicado por la trama de hidrocarburos que investiga el magistrado Santiago Pedraz en la Audiencia Nacional. Con todo, su vínculo con los ciudadanos venezolanos no se ciñe al episodio del chalet. En el mismo informe de la UCO, se advierte de que coincidiendo con este episodio, a comienzos del año 2021, Aldama recurrió a Koldo para que facilitara la entrada de esta ciudadana y otros socios suyos en Barajas. 

Los agentes encontraron en el teléfono personal del que fuera asesor de Ábalos mensajes de Whatsapp "relacionados con personas de distintas nacionalidad, principalmente venezolanas". En los mismos, el que fuera presidente del Zamora CF le pidió que intermediase para que estos empresarios pudieran entrar en España toda vez que el país estaba sujeto al estado de alarma por la pandemia y había fuertes restricciones de movilidad.  

Koldo remitió un informe firmado por la secretaría particular del ministro Ábalos que sirvió como "salvoconducto" para su entrada en el país. Además, también contactó con policías encargados del control de pasaporte en el aeropuerto para conseguir su plácet. Como prueba de ello figuran mensajes en los que este antiguo chófer de Ábalos le dijo al comisionista de la trama que "lo del avión" estaba "arreglado".

"Te dije que volaba", le respondió Aldama, a lo que Koldo le transmitió que sin el documento que él le había preparado no hubieran entrado en el país. Entre las personas que se beneficiaron de estas actuaciones se encontrarían los ciudadanos venezolanos arriba mencionados, como Katy, aunque Aldama recurrió al asesor en más de una ocasión, hasta el punto que éste le trasladó su malestar por las solicitudes. "Me van a mandar a la...", le respondió Koldo.

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