El Partido Popular ha reaccionado con notable incomodidad ante la convocatoria formulada por la Fundación para la Defensa de la Nación Española (Danaes) que preside Santiago Abascal, un histórico militante del PP que abandonó sus filas hace tan sólo unos días. Nuevamente las víctimas del terrorismo salen a la calle y pillan al PP con el paso cambiado. En este caso, por doble motivo.
Primero, porque Abascal ha renunciado a su condición de militante, luego de exponer sus motivos en una prolija carta que apareció en primera página del diario El Mundo, llena de reproches a la actual dirección del partido. Y en segundo lugar, porque la concentración de la tarde del viernes (17,00 hrs. plaza de República Argentina, Madrid) tendrá un sesgo inequívocamente antigubernamental. No en vano se trata de llenar las calles no sólo contra la decisión del Tribunal de Estrasburgo que demolió la doctrina Parot, sino también contra la pasividad de Moncloa ante todo este turbio e inquietante proceso. Contra las excarcelaciones y quienes no han hecho nada para impedirlo. En primer lugar, el PSOE y su representante en el Tribunal de los Derechos Humanos y, en segundo lugar, el propio PP, y su cruce de brazos antre el terrible espectáculo de los asesinos festejando impunemente su libertad en sus pueblos y en los bares.
Doble sentimiento
No hay respuesta oficial desde el partido a esta iniciativa de Danaes, aunque se advierte una vez más el doble sentimiento que late en el alma de la formación en el gobierno. A eso se refería, quizás, Ana Botella cuando el pasado lunes en el Siglo XXI se refirió a una posible fragmentación del partido.
Este cisma sentimental se pudo palpar muy expresivamente en la última manifestación convocada por las víctimas del terrorismo, bajo el sello de la AVT, la asociación mayoritaria, cuando los dirigentes del PP de Madrid, con Aguirre, González y la propia Botella a la cabeza, recibieron ovaciones y aplausos por parte de los manifestantes en tanto que los altos cargos desplazados desde la sede de la calle Génova eran recibidos con silbidos mayoritarios y, cuando no, con una actitud abiertamente poco amigable.
Santiago Abascal sabe que una parte importante del electorado del PP, que apoyaba decididamente a Mariano Rajoy cuando le espetó a Zapatero que estaba "traicionando a los muertos", ahora se muestra muy distante y abiertamente crítico con la actitud que ha adoptado su partido ante este asunto. Desde la liberación de Bolinaga, verdadero punto de inflexión en el principio del distanciamiento, hasta las excarcelaciones de etarras, el malestar ha ido creciendo en el seno de este sector del votante, que ya no se ve totalmente identificado con las siglas que apoyó hace dos años. Considera que Rajoy no ha hecho todo lo que se podía hacer para frenar la aplicación judicial de la decisión de Estrasburgo y tampoco está actuando con decisión a la hora de castigar las celebraciones populares en homenaje a los etarras que recuperan la libertad.
Situación incómoda
El PP no puede secundar la manifestación convocada por alquien que acaba de irse del partido dando un sonoro portazo, pero tampoco puede abandonar estruendosamente a quienes hasta ahora le han respaldado. Una situación incómoda que posiblemente derive en una asistencia "a título personal" de aquellos dirigentes de la formación que consideren irrenunciable su presencia en el acto, que no se adivina muy masivo al no contar con el respaldo de la maquinaria oficial del PP.
El acto no tendrá lemas ni consignas puesto que se trata exclusivamente de mostrar la reación airada de una parte de la sociedad ante lo que consideran la postración de las herramientas del Estado ante la acometida de un tribunal foráneo que acordó una decisión sin precedentes con demoledoras consecuencias.
Fuentes del PP consultadas por este diario contemplan con escepticismo la capacidad de convocatoria de Abascal, antiguo diputado en el Parlamento vasco e hijo de un militante del PP que sigue fielmente en el seno de su formación. "Estaremos donde tenemos que estar, que es en el acto institucional del Congreso en homenaje a la Constiutución", manifestó un alto dirigente de la formación.