El primer derby contra el Real Madrid en el nuevo estadio del Atlético de Madrid prometía ser de todo menos tranquilo. En el último enfrentamiento de ambos equipos en el Vicente Calderón hubo fuertes enfrentamientos entre aficionados, 25 heridos y a la salida del estadio y con la eliminación de los rojiblancos de la Champions League, quema de mobiliario urbano y otros altercados. Pero el derby madrileño no ha empezado con mejor pie en cuanto a incidentes se refiere. En este caso el mayor damnificado ha sido un vigilante de seguridad que trabajaba con el uniforme de Ariete Seguridad.
Según aseguran a este diario fuentes de Alternativa Sindical, el agresor, "era un hombre normal y corriente, sin aparencia de violento. El partido había empezado y dieron orden a la seguridad privada de que ya no podía entrar nadie más al campo. En la segunda parte aparece un hombre que intenta saltar un torno de seguridad. Los profesionales de la seguridad indicaron al individuo que no podía entrar y el hombre se enfadó y de forma violenta tras increparle verbalmente, se abalanzó y le soltó un puñetazo en todo el ojo. Cayó noqueado al suelo, le destrozó el ojo y el hombre se dio a la fuga".
Siempre según el relato del representante sindical, tras la agresión los agentes de la UIP intentaron capturar al agresor pero no les fue posible. El Grupo 30 de la Brigada de Información de la Policía Nacional en Madrid está investigando la agresión.
"Imagina que hubiera sido al revés: todos estarían hablando de ello"
Según informa Alternativa, el joven agredido se trataba de un trabajador de Seguridad Integral Canaria en el Metro de Madrid que trabajaba también los fines de semana en lo que podía "porque allí no le estaban pagando", ha asegurado Alberto García, coordinador de comunicación de Alternativa Sindical. Por ello participaba en Ariete, que junto con Vectalia y Mega 2 son las 3 compañías encargadas de la seguridad del coso rojiblanco.
La Policía Nacional investiga en estos momentos para tratar de encontrar al agresor. El agredido, por su parte, ingresó en el hospital Ramón y Cajal, donde no se pudo hacer nada para recuperar su ojo dañado. "Imagina que hubiera sido al revés y todos estaríamos hablando de ello y las televisiones sacando la noticia. Pero ha sido una agresión sin sentido a un compañero que no queremos dejar de denunciar".