"El presidente del Gobierno cuenta con todo nuestro apoyo". La lideresa del espacio de Unidas Podemos en el Gobierno, la vicepresidenta Yolanda Díaz, cerró filas este jueves con Pedro Sánchez pese a que el líder socialista rompió en el Congreso la promesa de no enviar armas a Ucrania de manera bilateral para no sumar a España a la carrera bélica desatada en el Este de Europa, como exigía Unidas Podemos. Pero ese respaldo, tras el que se encuentra su carrera electoral hacia la presidencia, según fuentes moradas, así como la gravedad de la guerra han roto la posición de Unidas Podemos.
Los morados lamentaron que el PSOE "destrozara" un acuerdo no escrito que ha terminado por tensionar al máximo sus propias costuras y por evidenciar que, como adelantó Vozpópuli, la amalgama de fuerzas que integran Unidas Podemos carecen de una postura común sobre el conflicto que está conmocionando al mundo por la brutalidad del asedio al que el mandatario ruso, Vladimir Putin, está sometiendo a la ex república soviética.
En Unidas Podemos conviven Izquierda Unida, Podemos, En Comú Podem y Galicia en Común. Toda una amalgama de fuerzas diferentes que están poniendo el foco y la crítica en aspectos diferentes de la guerra. Por un lado, Podemos e Izquierda Unida son contrarios al envío de armas. No importa que se haga a través de la UE o de manera bilateral. E Izquierda Unida, además, mantiene una posición antiOTAN mucho más beligerante que la morada, que no se puede permitir tanto ruido contra la Alianza Atlántica por estar en el Gobierno pese a que pelean por sacarla de Europa.
Dos bandos morados
Y, por otro lado, los comunes y Galicia en Común, la familia política de Yolanda Díaz, tienen una postura menos dura respecto al apoyo bélico a Ucrania. Por eso, el presidente del grupo confederal de Unidas Podemos, Jaume Asens, habló abiertamente de la legitimidad de la autodefensa ucraniana que ampara las Naciones Unidas en caso de invasión de un Estado a otro. De hecho, los comunes también ven legítimo que los países europeos envíen material militar a Ucrania por su cuenta pese a que el resto de sus socios en Unidas Podemos solo aceptaban socorrer a Kiev si era la Unión Europea en conjunto la que daba el paso. No obstante, fuentes gubernamentales moradas reiteran que todo el espacio comparte visión sobre la guerra. Es decir, condena a Putin, alto al fuego, salida de las tropas rusas y vuelta a la mesa de negociación.
En verdad, tras una semana de invasión rusa, en parte de la izquierda española comienza a pesar la realpolitik y a remover conciencias la crueldad de Putin. Alrededor de 2.000 ucranianos y cerca de 500 rusos han muerto, según los partes de guerra de ambos países. Y casi 900.000 civiles han abandonado Ucrania por miedo a morir, según ACNUR. Las cifras provocan vértigo. "Hay millones de vidas que están en peligro, que creo que es lo que nos está uniendo aquí", zanjó la propia Yolanda Díaz en los pasillos del Congreso. El equipo de la vicepresidenta reitera la gravedad de la crisis y lo complicado de las decisiones que está tomando el Gobierno. Pero la lideresa de Unidas Podemos en Moncloa no falla a Sánchez en un asunto de Estado.
El problema es que sí falla a la estrategia comunicativa de Podemos. El partido que fundó Pablo Iglesias es profundamente pacifista y sigue siendo contrario a que España empaquete armas en un avión con destino Kiev, porque considera que solo servirán para provocar más muertos y para aumentar la escalada bélica. Para ellos da igual la fórmula. No les gusta hacerlo ni a través de la UE ni de forma bilateral. Pero al final los morados se han tenido que tragar el sapo tras haber puesto sucesivas líneas rojas a Sánchez con respecto a las armas de marras. Eso sí, vacilan a la hora de precisar su remedio para parar el avance del Ejército ruso.
Moncloa: "No hay riesgo de ruptura de la coalición"
Unidas Podemos, en cualquier caso, debe estar preocupado, porque algunos partidos de izquierda comienzan a romper la mirada única pacifista que tienen sobre las guerras. El primero que manifestó sus dudas sobre el rechazo al envío de armas fue el diputado de Compromís Joan Baldoví, quien este martes, en un ataque de sinceridad, reconoció que si estuviera en el lugar de los ucranianos que han tenido que enviar a su familia fuera del país, preferiría «más que una declaración, un arma». La crueldad de Putin remueve conciencias.
El entorno de la secretaria general morada, Ione Belarra, explica que la titular de Derechos Sociales fue contundente con Sánchez y le dejó claro que su giro de última hora no es el camino de la resolución del conflicto. Es más, incidió en que el envío de armas tensaría la coalición. Pero todo sea por el devenir de Díaz. Esa es la clave. El perfil presidencial de la vicepresidenta segunda, ya centrada en construir una plataforma política que desemboque en su candidatura a la presidencia del Gobierno, la ha llevado a no abrir un conflicto interno en el Gobierno con el PSOE en un asunto de Estado.
Y es que fuentes del lado socialista del Gobierno reiteran que "no hay riesgo de ruptura de la coalición" y que este miércoles, en el Congreso, el Ejecutivo vivió un día grande, "de Estado". Para la Historia queda ya el largo aplauso con el que los diputados españoles horraron a Ucrania y que dedicaron al número dos de la embajada en Madrid, Dmytro Matiuschenko.