Una de las tradiciones más curiosas en México es la celebración del denominado Día de Muertos que se correspondería con nuestro Día de Difuntos. Si bien aquí es un día que podríamos denominar “triste”, de añorar a los que se fueron y de lamentar su pérdida, en México es un día de celebración. La muerte es parte de la vida (decía Benedetti que morir es síntoma de que hubo vida) y como tal debe festejarse.
Y eso sí, tanto en México como en España, como en prácticamente todas partes, festividad y buena mesa siempre van unidas.
Es por ello que el restaurante Iztac, del que ya hemos hablado en este Gastro y Gourmet y que en sus escasos meses de vida ha conseguido consolidarse en el panorama gastronómico madrileño como el máximo exponente de la cocina tradicional mexicana, ha dispuesto para la noche del 2 de noviembre un apetecible menú degustación compuesto por los platillos más típicos para ese día.
Al precio de 50 euros -bebidas no incluidas-, el menú diseñado por el chef Nacho Oropeza es el siguiente:
Creo que la ocasión merece la pena. ¿Por qué no cambiar el chip este año y en lugar de añorar, festejar? Disfruten, al fin y al cabo, para eso estamos aquí.