Tepic nació hace ya diez años en la calle Pelayo en pleno corazón de Chueca. Su éxito llevó a sus socios a dejar aquel emplazamiento originario y trasladarse al barrio de Salamanca a un local de dimensiones superiores. Finalmente encontraron el local que ahora ocupan en la calle Ayala, muy cerca del paseo de la Castellana.
El local actual se divide en dos plantas. La planta calle con una zona de mesas altas, barra de coctelería (dirigida por el barman gaditano Javier Quiñones) y algunas mesas y una planta inferior destinada a comedor en su totalidad. A lo largo de una de las paredes, en una vitrina de madera blanca con espejo, sorprende una graciosa colección de más de 200 cactus naturales en pequeños tiestos de barro.
En cuanto a su gastronomía, Tepic se centra en la típica cocina mexicana de raíz popular con una carta amplia a cargo desde mayo de 2017 de la chef Sara Herrera, cocinera oriunda del estado de Puebla, en el este de México.
La despensa de Tepic se abastece de un huerto propio, situado en Ávila, en el cual se cultivan desde chiles hasta epazotes, cilantro o tomatillos, según estación. Los aguacates proceden de una plantación que se encuentra entre Granada y Málaga, una zona con un clima especial que propicia su crecimiento.
Entre sus platos hay que destacar el aguachile de camarón o pulpo , procedente de Sinaloa, los panuchos yucatecos , provenientes de Yucatán y los típicos antojitos de Puebla que son una suerte de tentempié que suele tomarse a cualquier hora del día.
Entre los inevitables tacos la estrella son sus tacos al pastor, e elaborados con carne de cerdo adobada, cocinada al carbón en un tradicional trompo (tipo kebab) y cortada al momento, y que se acompañan de cebolla, cilantro y piña. Exquisitos. Otros tacos típicos que se sirven en Tepic son los de camarón, de alambre, de tinga de pollo, de queso o carnitas (carne de cerdo en su jugo).
Los domingos al mediodía (de 13 a 16 horas) se sirve un completo brunch mexicano abierto con platos como los chilaquiles rojos (tortillas de maíz fritas y bañadas en salsa roja de chile, acompañadas de pollo y huevo frito) con pan francés a la mexicana y bebidas como la mimosa de Jamaica.
