Vinos sorprendentes, cada uno en su estilo, para celebrar la vuelta a las obligaciones. La llegada del otoño está a la vuelta de la esquina y hay que hacer bodega para afrontarlo de la manera más digna posible. Nada como descorchar un buen vino.
Hemos traído 3 etiquetas muy especiales y, cada uno a su manera, te sorprenderán muy positivamente. Un albariño de ‘alta costura’ llegado de la comarca del Salnés, una rareza de la descollante denominación de origen Arlanza: de antigua añada pero aún con una larga vida por delante… Finalmente, un priorato de cuerpo medio y gran frescura.
Tres vinos unidos además por una destacable relación calidad- precio.
Los Vinos
Pedralonga 2022 es un albariño (100%) de cosecha propia. La familia Alfonso ha elaborado vino durante generaciones en Val do Umia (Pontevedra) y continúan trabajando en su bodega con métodos tradicionales y técnicas biodinámicas -según las fases lunares-, sin químicos ni filtrados. Un vino blanco muy especial, que no ha tenido crianza, de cepas de 30 años que crecen en tierras graníticas. Reposó sobre lías durante 6 meses.
Un blanco de la D.O. Rías Baixas muy bien hecho, que en nariz apunta maneras (cítricos, mineral…) pero que en boca despliega gran cantidad de bondades. Con presencia, cuerpo, vuelven con fuerza las notas minerales, cierta untuosidad que no resulta pesada, muy fresco… Toda una delicia y, para su calidad, está muy bien de precio. PVP recomendado: 19 euros.
Buezo Petit Verdot Reserva 2005 es toda una rareza enológica ya que combina, a partes iguales las uvas petit verdot y tempranillo. Otra sorpresa de la D.O. Arlanza, con un futuro muy prometedor como ya contamos en Gastrópoli. Pero el presente de Bodegas Buezo ya es de por sí bueno y estimulante. Una bodega de estilo château, con viñedos propios a 890 metros de altitud (Mahamud, Burgos) cuya filosofía ha sido siempre transmitir el carácter singular del terruño.
Las dos variedades se elaboran por separado. Reposa en barricas de roble francés (70%) y americano el resto durante 16 meses. Termina redondeándose en botella 90 meses más. En cata, resulta increíble que un vino con añada 2005 tenga todavía esa pujanza y poderío, con una acidez que le augura larga vida. Madera, tabaco de pipa… una complejidad equilibrada de toques minerales. Sabroso y con cuerpo, no estaría de más decantarlo previamente para que se abra. Desde luego, un tinto de guarda aún. Gran relación calidad- precio. PVP recomendado: 21 euros.
Cruor Classic 2019 (D.O. Priorato) es un vino de gran personalidad. Bodega Casa Gran del Siurana (Grupo Perelada) tiene una localización única, de variada orografía, con zonas frescas y cálidas donde practican una agricultura sostenible. Un terruño donde ya en el siglo XIII se cultivaban viñas. Está elaborado con uvas garnacha, cariñena, syrah y cabernet sauvignon y pasa 14 meses en barrica de roble francés.
Un priorato de cuerpo medio, que hay que dejar airear un poco antes de tomarlo para que queden atrás unas notas lácteas inoportunas. Profunda nariz, ya balsámica, y trazos de regaliz, aunque no faltan frutos negros. En boca, la madera está muy presente, pero luego surgen unos taninos pulidos y una gran frescura. Acidez aún muy viva, por lo que pensamos que tiene aún años de vida. Largo, sabroso y cálido, es un tinto puramente mediterráneo. PVP recomendado: 23,50 euros.
Tres vinos de cuidada viticultura, con unos resultados muy personales y que ponen en nuestra copa una muestra de lo mejorcito de cada zona.
Nota: Ninguno de los vinos mencionados se han seleccionado por motivos comerciales, su elección es una decisión únicamente de calidad y periodística. Los precios son meramente orientativos.
