Vinos recién salidos al mercado para disfrutarlos en este nuevo tiempo otoñal. Para tenerlos en el radar y no olvidar sus nombres, porque todos ellos ofrecen algo especial. Un paseo por Ribera del Duero, El Bierzo y Valdeorras y así descubrir unas etiquetas con un importante valor añadido.
Desde la meritoria recuperación de los vinos tostados clásicos en la zona de Orense a un inusual blanco godello de guarda, pasando por Ribera del Duero para encontrar un novedoso clarete cargado de amor familiar. Hemos incluido un cuarto vino llegado desde Tarragona que, a pesar de no ser novel, sí acaba de sacar nueva añada: merece ser destacado por su calidad contrastada.
Los Vinos
Luzianilla 2021 es el nuevo vino de Dehesa de los Canónigos (D.O. Ribera del Duero). Un bonito nombre que se corresponde con la manera en que el propietario Luis Sanz Busto llama a su mujer Mari Luz Cid, ambos fundadores de la bodega; como tal, según la propiedad “este vino guarda lo mejor de las cepas” de la casa. Es todo un homenaje de la familia Sanz Cid, Belén e Iván, a su madre.
Una bonita historia que vuelve al pasado para sacar este clarete- una modalidad bastante en desuso actualmente-, elaborado con uvas tintas pero con una buena proporción de blancas, que fermentan con los hollejos. En este caso son respectivamente un 75% de tempranillo y un 25% de albillo mayor. Pasó 224 días en barricas de roble francés.
Un tinto de bonito color rosado y capa baja que ya da tonos golosos en nariz y frutas como la pera. Delicado en boca pero con pujanza debido a una acidez muy presente: es un clarete de guarda, algo bastante excepcional. Mejor tomar un punto fresco. PVP recomendado: 30 euros.
Tostado de Seadur es una de las grandes novedades del año. Una joyita recuperada por la bodega O Luar do Sil, etiquetado como “Tostado” y con D.O. Valdeorras. Tiene una bonita historia detrás: el vino “tostado” era tradicional de la zona y los particulares colgaban en sus casas los mejores racimos de uvas para su secado y pasificado. El mosto después fermentaba en viejas cubas y se consumía en ocasiones muy especiales.
O Luar do Sil ha rescatado nuevamente esta tradición en un vino que fue seña de identidad en la zona. Un dulce natural que repite los patrones de elaboración antiguos paso a paso, una ardua labor y un rendimiento bajo mínimos de 35 litros por cada 100 kg. de uva fresca. Actualmente, después de su fermentación en roble francés, permanece con sus lías en la misma madera durante 12 meses.
Una delicia de vino, con ciertos tonos yodados, que resulta dulce sin empalagar. Glicérico a la vista, sedoso en boca y en nariz, notas de miel e higos. Equilibrado, largo y con empaque. Muy escaso (463 botellas) y especial, es un vino recobrado meritoriamente del pasado. PVP recomendado: 115,50 euros.
La Maragata (D.O. Bierzo) es nuevo pero, sobre todo, es noticia por ser el primer vino blanco godello con vocación de guarda de Bodegas Pittacum. Una uva delicada que ahora se revela con fuerza y potencia para aguantar varios años en botella. ¿La razón?, la bodega recuperó un viñedo de altura (720 M.)- enclavado en plena ruta maragata-, en el que las condiciones climatológicas ralentizan su maduración, lo que favorece la acidez, concentración y fortaleza de la uva.
Madurez de alta calidad en un monovarietal que fermentó en barricas de roble nuevas y se crió sobre lías durante un año. En nariz surgen trazos livianos de madera, cítricos y fruta de hueso madura. Un blanco de un bonito dorado que en boca es glicérico, con cuerpo y la acidez presente. Hay que dejar que se abra poco a poco en la copa para ir apreciando las diversas características de este vino tan peculiar. Y sí, también auguramos que su vocación de guarda será exitosa. Producción limitada a 3.950 botellas. PVP recomendado: 45 euros.
Clos Adrien 2017 no es novedad, pero si es la nueva añada de este vino de gran personalidad, de lo mejorcito que se está haciendo en la D.O. Empordá. Elaborado con uva syrah (90%) y el resto de garnacha negra, su penetrante color picota ya nos habla de su intensidad. Un tinto de producción ecológica certificada con una espectacular nariz: profunda, golosa y en la que salen especias y frutos negros.
En boca, a pesar de esa potencia, se revela delicado y hay que dejar que se abra en la copa para apreciarlo en toda su extensión. Complejo, equilibrada estructura… Un gran syrah en el que surgen violetas y canela. Final largo y un punto yodado. Será perfecto para acompañar cualquier plato de caza otoñal, especialmente la mayor.
Vinos diferentes, de muy distinta naturaleza, con el común denominador de la calidad sumada a su gran singularidad.
Nota: Ninguno de los vinos mencionados se han seleccionado por motivos comerciales, su elección es una decisión únicamente de calidad y periodística. Los precios son meramente orientativos.
