A escasos 20 kilómetros de Madrid, en la localidad de Boadilla del Monte, se levanta la Ciudad Grupo Santander, un espacio emblemático que cumple estos días su vigésimo aniversario y cuya construcción marcó un antes y un después en cuanto a conceptualización de lo que debía ser una sede corporativa de una gran empresa. Literalmente, una “ciudad” que fue –y continúa siendo– un hito en cuanto a innovación e integración de elementos de sostenibilidad, digitalización, eficiencia operativa y desarrollo y cuidado de las personas.
Las obras se iniciaron en 2002 y tan solo dos años después, en abril de 2004, comenzó el traslado de los primeros empleados, que se completó en julio. En total, la que fue la segunda mayor obra ejecutada en Europa durante el año cuenta con una superficie de 250 hectáreas y nueve edificios de oficinas.
En su construcción se conjugaron grandes innovaciones arquitectónicas, como la cúpula del edificio principal, el lucernario de este tipo más grande de España, unos vidrios de fachada que ofrecen un 68% más de luminosidad, un 34% menos de radiación solar y mayor ahorro energético. Así como un innovador sistema de gestión de residuos y reciclado integral para todo el complejo.
La Ciudad Grupo Santander cuenta con una superficie de 250 hectáreas y nueve edificios de oficinas
El respeto al medioambiente fue una de las premisas de un proyecto pionero en ese sentido. Únicamente el 30% de su superficie se ha edificado, mientras que el 70% restante se ha dedicado a espacios verdes en los que se han realizado complejos trabajos de reforestación y repoblación. Destaca su espacio forestal El Bosque: 69 hectáreas con 14.000 árboles de especies autóctonas, entre los que sobresalen 1.200 ejemplares de olivo, 400 de los cuales superan los 500 años y 13 son olivos milenarios, un lugar al que pueden acceder todos los empleados y sus familias para realizar deporte al aire libre o disfrutar de un día de ocio rodeados de naturaleza. El espacio también cuenta con un lago que permite almacenar hasta 150.000 m³ de agua con los que abastecer el riego de la zona.
Únicamente el 30% de su superficie se ha edificado, mientras que el 70% restante se ha dedicado a espacios verdes en los que se han realizado complejos trabajos de reforestación y repoblación
Además, está cerfificada con ISO 14.001 y como Residuo Cero, gestionando y valorizando todos los residuos que se generan y regida por criterios de eficiencia en el consumo de agua, electricidad o papel. Unos ahorros significativos que se logran mediante la gestión compartida de impresoras y fotocopiadoras o la maximización de los procedimientos y sistemas de reutilización y reciclado.
También en el plano energético, la ciudad ha ido mejorando año tras año sus desempeños ambientales gracias a medidas como el cambio de todas las luminarias por tecnología Led o la modificación de los sistemas de producción y climatización para la mejora de la eficiencia energética de las oficinas.
Pero la ciudad financiera es, ante todo, un espacio de trabajo. En ella se desarrollan los servicios centrales del banco y trabajan cerca de 13.000 empleados. Todo el complejo y sus dependencias están concebidos para favorecer el desempeño y crecimiento profesional de las personas, además de para facilitar la conciliación de su vida personal y profesional.
Con una gran inversión en equipos, la digitalización juega un papel central en el espacio. Tanto los dispositivos tecnológicos como los sistemas de comunicaciones y los centros de procesamiento de datos son de última generación. Y lo mismo sucede con el mobiliario y los diferentes espacios de trabajo, adecuados a los entornos colaborativos, ágiles, flexibles, digitalizados e inclusivos que marcan las dinámicas laborales de la actualidad.
Todo el complejo y sus dependencias están concebidos para favorecer el desempeño y crecimiento profesional de las personas, además de para facilitar la conciliación
Además, la ciudad financiera de Banco Santander favorece el aprendizaje continuo como vía para el desarrollo del talento interno del banco. Para ello, cuenta con su propio centro de formación, El Solaruco, en el que se celebran actos importantes del banco y por el que todos los años pasan centenares de empleados del Grupo parra recibir programas de formación en diferentes materias y formatos.
Banco Santander apuesta por el cuidado de las personas como la vía más directa para lograr el mejor desempeño y compromiso profesional. Una filosofía que, ya desde su concepción, estuvo y sigue estando hoy muy presente en su ciudad financiera. Y es que la Ciudad Grupo Santander ofrece grandes ventajas a los trabajadores para la resolución de algunas gestiones de su esfera personal, desde servicios como tintorería, óptica, zapatero, peluquería hasta, por supuesto, sucursal bancaria. Destaca especialmente su centro de educación infantil, que, con una capacidad para 500 niños, es la escuela infantil de empresa más grande de Europa y un referente internacional en cuanto a medidas de conciliación entre vida familiar y trabajo.
El cuidado de la salud física, mental y social de los profesionales es otro de los motores de la sede. El campus cuenta con su propio centro médico dotado con todos los equipos, servicios y profesionales sanitarios necesarios para ofrecer medicina del trabajo, preventiva y de rehabilitación, además de albergar unidades específicas de diagnóstico en oftalmología, odontología, ginecología y dermatología, entre otras.
El deporte también es protagonista. Su centro deportivo dispone de gimnasio, clases deportivas colectivas, piscina cubierta, pistas de tenis y pádel, campos de fútbol y otros espacios de deporte que ayudan a promover un estilo de vida saludable.
Todo ello hace de la Ciudad de Grupo Santander un lugar concebido para albergar el talento más comprometido, diverso, global y multidisciplinar. Un lugar donde se dan cita la arquitectura, la naturaleza, el arte, la sostenibilidad y el progreso.