Los grandes espacios de Alexanderplatz son sus señas de identidad. Se han mantenido desde siempre. Bautizada en honor al zar Alejandro I de Rusia en 1805, esta plaza ha vivido innumerables transformaciones. Hoy, al lugar que los berlineses llaman der Alex – “el Alex” –, constituye un espacio donde conviven junto a la arquitectura heredada del comunismo expresiones arquitectónicas pasadas y recientes. Pero los hay que imaginan situar allí un rascacielos a modo de ejemplo de “huerto vertical”. Se trata del Green8, un proyecto futurista con el que Alexanderplatz podría abrazar el siglo XXI.