Dos años después de los dos decretos Guindos, la hemorragia inmobiliaria sigue sin detenerse entre la banca sana. El ladrillo problemático se ha incrustado como una metástasis en los balances pese a todos los esfuerzos de las entidades por evacuarlo. Un problema que ahora puede acarrear nuevos esfuerzos tras el mandato del Banco Central Europeo que obliga, como parte del ejercicio de revisión de activos de la banca europea, a una revisión actualizada de entre el 1 al 20% del riesgo inmobiliario de las entidades. Una medida aún sin cuantificar entre Santander, BBVA, Caixabank, Sabadell y Popular que suman una exposición inmobiliaria de poco más de 82.000 millones a cierre del pasado ejercicio, lo que supone un descenso de 15.000 millones frente al cierre de 2012 (97.465 millones).
El buen dato se contrarresta con una aceleración de la exposición inmobiliaria problemática de la banca sana. En apenas un año, el ladrillo dudoso y subestándar (en grave de riesgo de impago) supone el 74,4% de la cartera inmobiliaria de estos cinco bancos, que evidencia un incremento de casi 20 puntos frente al 55,8% de diciembre de 2012. Así, un total 61.108 millones del ‘pool’ inmobiliario de la banca sana, que asciende a 82.044 millones, se encuentra en situación problemática a finales del pasado ejercicio, frente a los 54.470 millones de un año antes.
Popular es la entidad que concentra la mayor cantidad de activos problemáticos de toda la banca sana con 14.089 millones (11.562 millones en dudosos y 2.527 millones subestándar). No en vano, la entidad presidida por Ángel Ron ha incrementado en 4.959 millones su ladrillo tóxico en el último ejercicio. De ellos, un total de 4.784 millones corresponden a préstamos y activos morosos. Por detrás, se sitúan Sabadell (13.370 millones en activos problemáticos) y Caixabank (12.921 millones). La entidad presidida por Josep Oliu se ve afectada por las aportaciones del ladrillo de la CAM, que ascendió a 7.500 millones. El saldo de La Caixa se ha visto también notablemente incrementado por las adquisiciones de Banca Cívica y de Banco de Valencia. Por el contrario, Santander y BBVA son quienes registran menos exposición problemática, en cuanto a volumen, con 10.445 millones y 10.283 millones, respectivamente.
Sabadell lidera el ránking de los activos dudosos con 12.071 millones, frente a los 11.866 millones de Caixabank y los 11.562 millones del Popular. En este apartado, sólo los bancos presididos por Fainé, Emilio Botín y Francisco González han sido capaces de disminuir sus saldos de morosos frente a 2012. La entidad catalana en apenas 70 millones; el Santander en el entorno de los 100 millones (hasta 7.473 millones), mientras que la reducción en BBVA llega hasta los 300 millones (hasta 8.838 millones), que ya tiene totalmente integrada la aportación de UNNIM.
Popular y Caixabank suman algo más de 42.000 millones en exposición al mundo inmobiliario y promotor, el mismo volumen que Santander, BBVA y Sabadell de forma conjunta
Sin embargo, es la entidad con sede en Boadilla la que atesora una tasa de mora inmobiliaria más alta entre la banca sana. El saldo dañado de los préstamos concedidos para la construcción y promoción inmobiliaria en España se desbocó hasta el 86%, frente al 61% de 2012, con 10.500 millones en activos dañados. El incremento se explica, según el Santander, en el mayor peso de los saldos dudosos dentro de la cartera problemática, además de la fuerte reducción de la inversión en este segmento (de 15.867 millones -2012- a 12.105 millones -2013). Además, el ejercicio de refinanciaciones que dictó el Banco de España en 2013, que obligó a todas las entidades a reconocer su mora oculta, especialmente en el mundo inmobiliario, es la principal causa de que la ratio de morosidad se haya disparado en todas las entidades, con crecimientos porcentuales en el entorno del 20% en todas ellas. Tras Santander, Sabadell atesora una mora problemática del 82%; BBVA, del 76%; Popular, del 69% y, finalmente, Caixabank, del 64%.
Por volumen, Popular (20.274 millones) y Caixabank (19.980 millones) son las dos entidades que mantienen una mayor exposición al sector inmobiliario. Sin embargo, la entidad catalana no incluye en este saldo la financiación que otorga a sus distintas sociedades inmobiliarias que suma otros 2.008 millones. Entre ambas entidades suman la exposición inmobiliaria conjunta de Santander (12.105 millones), BBVA (13.505 millones) y Sabadell (16.180 millones).
Precisamente, la entidad presidida por Oliú ha logrado reducir su exposición inmobiliaria y promotora en más de 9.000 millones gracias a su agresiva oferta comercial, además de otras operaciones de ventas de carteras. La bajada de precios de la viviendas, suelos, naves industriales o garajes han servido a la banca para evacuar un gran número de activos a lo largo del pasado ejercicio. Sin embargo, esta estrategia lastró sus cuentas de resultados en el negocio nacional durante 2013. Las pérdidas de sus divisiones inmobiliarias llevaron a números rojos al negocio en España, cifras que quedaron maquilladas por la aportación exterior, las plusvalías generadas por el ‘carry trade’ o los impactos fiscales generados por las últimas adquisiciones.