Brigitte Macron, la esposa del presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha participado durante este jueves 20 de junio en el último adiós a la cantante -aunque también actriz y modelo- francesa Françoise Hardy. Sin embargo, su llegada no ha pasado desapercibida para las cámaras y los medios. Si la llegada de otras personalidades como Nicolas Sarkozy y Carla Bruni se produjo entre aplausos, para la primera dama no hubo tanta suerte.
Brigitte Macron, que vestía un traje negro, gafas de sol y tacones muy altos, fue abucheada copiosamente por los espectadores que se desplazaron hasta el cementerio de Père-Lachaise -aunque la cantante ha sido finalmente incinerada-. La primera dama parece estar pagando la impopularidad de Emmanuel Macron, pocos días después de su controvertida decisión de disolver la Asamblea Nacional tras los malos resultados cosechados en las elecciones europeas del pasado 9 de junio.
El propio Christophe Béchu, ministro de Transición Ecológica, reconoció en el plató de la televisión TF1 un "desgaste" de la figura presidencial de Macron, notablemente ausente de los carteles de campaña para las próximas elecciones legislativas, que se celebrarán entre el 7 de junio y el 30 de julio.
Muchas personalidades han rendido homenaje a la cantante
Entre los otros rostros conocidos que asistieron al funeral de Françoise Hardy, estuvieron presentes muchos artistas y otras personalidades . Entre ellos, por ejemplo, se citaron a Nadine Trintignant, François Ozon, Matthieu Chedid, Dominique Besnehard, Marc Lavoine, Julien Clerc, Mireille Dumas o Etienne Daho.
Después de la ceremonia, Françoise Hardy no ha sido enterrada en el cementerio de Père-Lachaise. De hecho, las cenizas de la cantante deberían ser esparcidas en un lugar "mucho más simbólico" para ella. Se trata de Monticello, en Córcega. Un remanso de paz donde también reside su exmarido Jacques Dutronc y donde ella era propietaria de una casa.
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El begoño francés recibe el trato que se merece.