"Escocia puede permitirse ser un país independiente de éxito gracias a su diversidad de recursos, como el petróleo y el sector bancario", afirmó este martes el ministro principal escocés, Alex Salmond, al presentar un documento oficial de su Gobierno sobre los puntos fuertes de la economía regional.
El líder del independentista Partido Nacionalista Escocés (SNP) presentó en una fábrica de autobuses de Kirkland (Escocia) un informe oficial del Ejecutivo de la región, "Scotland's Economy: The Case For Independence". En ese texto se señala cuál es la situación económica de Escocia de cara a la celebración de un referéndum sobre su independencia el 18 de septiembre de 2014. "Escocia tiene lo que hace falta para ser un país independiente de éxito", subrayó el político, que anunció el pasado 21 de marzo que el plebiscito sobre la independencia se celebrará el 18 de septiembre de 2014.
En los meses previos a la consulta, tanto los Gobiernos del Reino Unido como de Escocia han presentado documentos para argumentar sus posiciones respectivas, centradas esta semana en la economía y en los sectores financieros como el bancario.
Salmond indicó hoy que el nuevo informe muestra cómo el Gobierno escocés podría emplear los poderes económicos que le retiene Westminster para desarrollar todo su potencial económico. El documento culpa a la mala gestión económica de los sucesivos Gobierno del Reino Unido -de los que depende la región- por haber repercutido en la pérdida de empleo en Escocia y se centra en el potencial escocés para impulsar el crecimiento como nación independiente.
Salmond recordó que Escocia ha generado más impuestos por cabeza que el resto del Reino Unido en los últimos 30 años y subrayó la fortaleza de la región en varias industrias al margen del petróleo y el sector bancario. "Este documento detalla los enormes atributos y puntos fuertes clave de la economía escocesa en una gama diversa de sectores", dijo el ministro principal, que remarcó que la región cuenta con "una amplia gama de recursos humanos, financieros y naturales, de los que muchos países podrían no gozar".
Pese a ello, "el crecimiento económico a largo plazo ha quedado rezagado por detrás de otros países europeos comparables", un hecho que Salmond atribuye a que "la fortaleza económica escocesa aún no está en manos escocesas".