Carlos III ha sido proclamado este sábado de manera formal como nuevo monarca británico. Apenas 40 horas después de la muerte de su madre, Isabel II, a los 96 años, el Consejo de Ascensión -integrado por relevantes figuras políticas y sociales de Reino Unido- se ha reunido en el Palacio de St. James, en Londres, para firmar la proclamación del nuevo rey. El rey ha ensalzado de nuevo la labor de su madre: "Su reinado ha sido inigualable".

El acto ha sido el primero de la apretada agenda de Carlos III para este sábado, en una jornada en la que ha mantenido sucesivas reuniones con la primera ministra, el arzobispo de Canterbury y con los miembros del nuevo Gobierno británico de Truss, con los que se reunirá en el Palacio de Buckingham.

El Consejo de Ascensión ha comenzado a las 9 horas (10 hora peninsular). El acto ha sido televisado por primera vez en la historia. Además de la presidenta del Consejo Privado del rey, Penny Mourdaunt, que ha dirigido el acto, han asistido ministros, jueces y próceres de la Iglesia de Inglaterra, así como el príncipe de Gales, Guillermo, y la primera ministra. Ante ellos, Carlos III ha proclamado la independencia de la Iglesia de Escocia, tal y como marca la Ley de la Unión de 1707.

En el 'cónclave' se ha comunicado oficialmente la muerte de Isabel II y se ha proclamado de manera formal al hijo primogénito como nuevo rey, aunque Carlos III se convirtió en el monarca del Reino Unido desde el momento en el que falleció su madre.

Después, el monarca ha realizado una intervención y ha leído y firmado un juramento. Acto seguido y entre fanfarrias de trompetas, se ha realizado desde un balcón de St. James la primera lectura pública del texto de la Proclamación, que ha estado acompañada por salvas de cañón y una interpretación del himno nacional. El encargado de realizar esta primera lectura ha sido el cargo militar ceremonial conocido como Rey de Armas de la Jarretera, que ha pedido al final "tres hurras por su majestad el rey", correspondientemente respondidos por la Guardia Real.

Este paso formal se ha celebrado mientras los restos mortales de Isabel II continúan reposando en el castillo de Balmoral, en Escocia, donde murió el jueves tras más de 70 años de reinado. Para la ceremonia de coronación del Carlos III todavía habrá que esperar unos meses. La organización de este acto, más grandilocuente que el de este sábado, necesita más tiempo.

Una "enorme" responsabilidad

Durante su intervención, Carlos III ha asegurado ser "profundamente consciente" de los "deberes y enormes responsabilidades" que ha heredado del reinado de su madre. Parte de su discurso, de hecho, lo ha dedicado a ensalzar la figura de Isabel II. "El reinado de mi madre no tiene parangón en su duración, dedicación y devoción. Incluso mientras estamos de luto debemos dar gracias por su leal vida. Soy profundamente consciente de esta gran herencia y de los deberes y enormes responsabilidades de soberanía que me han sido traspasadas", ha manifestado.

Por ello, el monarca se ha comprometido a trabajar para "seguir el inspirador ejemplo que se le ha dado a la hora de mantener el gobierno constitucional y buscar la paz, armonía y prosperidad de los pueblos de estas islas, los reinos de la Commonwealth y los territorios de todo el mundo". También ha agradecido a su esposa, la reina consorte Camilla Parker Bowles, su "constante apoyo".

"Para llevar a cabo la pesada tarea que se me ha encomendado, a la cual dedico lo que me queda de vida, ruego por la guía y ayuda de Dios todopoderoso", ha concluido.

Carlos III reinará hasta su muerte

Ayer por la tarde, el rey Carlos III se dirigió por primera vez a la nación como monarca y se comprometió a reinar hasta su muerte, igual que Isabel II. El monarca expresó la necesidad de "rendir tributo a la memoria" de su madre y "a toda una vida de servicio". "Mi madre estaba totalmente comprometida con vosotros y mi promesa es hacer lo mismo siguiendo los principios constitucionales de nuestra nación", aseguró el nuevo rey, que se apoyó en la figura de su madre para ganarse el respaldo de los ciudadanos.

A diferencia de su madre, Carlos III no ha gozado nunca de una gran popularidad entre los ciudadanos. Una parte de ellos, de hecho, le considera un personaje con poca carisma, pese a que su popularidad ha crecido en los últimos años.

Durante su discurso de ayer, entonado junto a una fotografía enmarcada de Isabel II, Carlos III apostó por mantener los valores de la monarquía que durante siete décadas defendió su madre.

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