El Consejo Constitucional francés ha anulado este jueves una parte significativa de la polémica ley de inmigración, incluido el delito de estancia irregular, el endurecimiento del acceso a las prestaciones sociales o el establecimiento de cuotas migratorias anuales.

Una de las principales novedades de esta ley es que ser nacido en Francia de padres extranjeros ya no será una vía automática para obtener la nacionalidad.

Las restricciones al reagrupamiento familiar, la imposición de una fianza a los estudiantes extranjeros o las restricciones al llamado derecho de suelo figuran también entre las medidas reprobadas.

Casi 40 artículos anulados

Un total de 37 artículos de la ley, referida a los migrantes extracomunitarios, han quedado anulados total o parcialmente por el Consejo Constitucional, 32 de ellos cuales por razones formales.

Esta ley ha suscitado polémica en el parlamento francés y ha desgastado al Ejecutivo de Emmanuel Macron hasta el punto de que la primera ministra francesa, Elisabeth Borne, tuvo que presentar su dimisión el pasado 8 de enero.

Esta ley fue aprobada con el respaldo de la derecha conservadora y de la ultraderecha, pero rechazada por la izquierda francesa.