Estos días se cumple un año de la celebración de la Conferencia de las Partes del Convenio Marco sobre Cambio Climático de Naciones Unidas (COP25) que reunió en Madrid a multitud de representantes gubernamentales e instituciones en una cita clave para incrementar la ambición en la lucha contra el calentamiento global.
Sin embargo, la pandemia de coronavirus surgida solo unos meses después de esta cumbre ha frenado algunos de los objetivos que en ella se fijaron, especialmente el artículo 6 del Acuerdo de París por el que se regula la compraventa de emisiones de carbono. Esta es una de las principales metas que no se pudieron alcanzar en la COP25 y que la crisis sanitaria ha impedido abordar en la cumbre del clima que estaba prevista para noviembre en Glasgow (Reino Unido), aplazada a noviembre de 2021 por la covid-19. Este 2020 será por tanto el primer año que no se lleve a cabo este encuentro internacional desde que se inició en 1995.
También la pandemia ha dejado al margen en la lucha contra el cambio climático a la activista Greta Thunberg. La adolescente sueca impulsora del movimiento Fridays For Future estuvo aislada durante dos semanas después de haberse contagiado de coronavirus. Ahora, su activismo, tan presente y mediático en los últimos meses del 2019, antes y después de la cumbre climática, se ha trasladado a un único lugar: las redes sociales. Una de sus últimas apariciones públicas fue en marzo en Bruselas, durante una intervención ante la comisión de Medio Ambiente y Salud Pública del Parlamento Europeo.
"No han priorizado la lucha contra el cambio climático"
"Las políticas que hemos visto este año no han priorizado la lucha contra el cambio climático", denuncia en conversación con Vozpópuli Tatiana Nuño, responsable de la campaña de Energía y Cambio Climático de Greenpeace. Aunque señala que la crisis sanitaria y las restricciones de movilidad han propiciado que se reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero, "esto no responde para nada a las medidas estructurales y políticas" que se consideran necesarias para una transición ecológica "justa" y para garantizar "un cambio sistémico" en la reducción de emisiones.
Además, Nuño explica que aunque las emisiones de CO2 han bajado durante estos meses de pandemia, la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera "ha seguido creciendo" produciendo un aumento de las temperaturas y un gran impacto en el cambio climático. "De ahí la importancia de que haya unas normas y unas reglas que marquen el camino hacia un modelo socioeconómico que consiga las emisiones netas cero en España en 2040 pero además que en la próxima década garantice que vamos a estar reduciendo las emisiones cada año un 7,6% como recomienda la ciencia", apunta Nuño.
Los países tienen que presentar este año sus objetivos renovados y más ambiciosos para el año 2030, y ahí no estamos viendo las señales que necesitamos"
En este sentido, la responsable de la campaña de Energía y Cambio Climático de Greenpeace asegura que un año después de la COP25 siguen sin adoptarse "medidas urgentes necesarias a corto plazo". "Los países tienen que presentar este año sus objetivos renovados y más ambiciosos para el año 2030, y ahí no estamos viendo las señales que necesitamos", señala. Sin embargo, Nuño pone de relieve la importancia de que este año países como China, Japón o Corea del Sur se comprometiesen a alcanzar la neutralidad climática en 2060 y 2050 respectivamente. "Son señales muy positivas", remarca.
Del mismo modo, la victoria de Joe Biden en EEUU ha insuflado optimismo en la lucha contra el cambio climático. Se prevé que con el demócrata al frente de la Casa Blanca el país, el segundo emisor de gases de efecto invernadero por detrás de China, vuelva al Acuerdo de París. Su salida del mismo se hizo efectiva a principios de noviembre. "Tenemos que ver cómo se implementa de rápido porque tenemos poco tiempo y necesitamos ver los cambios, pero sin duda sí que es un empuje importante en las negociaciones internacionales y también para los otros países el ver que de nuevo uno de los principales emisores vuelve a tener compromisos climáticos", concluye.
