La joven gallega Ana Baneira, de 24 años, permanece detenida en Irán por motivos que aún no han sido aclarados, según ha anunciado en su página web la ONG iraní de defensa de los derechos humanos HRANA y han confirmado a EFE fuentes diplomáticas. Se trata del segundo español del que hay constancia de que ha sido detenido en Irán después del arresto de Santiago Sánchez, de 41 años, el pasado mes de octubre. Según este grupo activista iraní, que no dice cuándo se produjo la detención, "durante las protestas a nivel nacional, las fuerzas de seguridad arrestaron a al menos dos ciudadanos españoles que continúan detenidos".
HRANA aseguró que Santiago Sánchez fue arrestado en Saqqez después de visitar el lugar donde está enterrada la joven Mahsa Amini, que murió tras ser detenida por la Policía de la Moral por llevar mal puesto el velo islámico, y confirmó que ha identificado a un segundo detenido: Ana Baneira.
Según esta ONG y agencia de noticias de activistas defensores de los derechos humanos, aún se desconoce el paradero de Ana Baneira y la fecha en que fue detenida, aunque una fuente informada cercana a su familia dijo a HRANA que fue arrestada en los últimos días.
En los últimos días, Ana Baneira, procedente de A Coruña, había escrito varios mensajes en sus redes sociales sobre su estancia en Irán y lo mucho que le gustaba el país.
Por su parte, Santiago Sánchez, exparacaidista del Ejército, tenía previsto ir andando desde Madrid hasta la sede del Mundial de Qatar y fue detenido después de entrar en Irán y visitar la tumba de Mahsa Amini, en la ciudad kurda de Saggez, según el grupo opositor kurdo-iraní en el exilio Hengaw Organization por Human Rights.
Fuentes diplomáticas han indicado a EFE que tienen constancia de las dos detenciones, que está siguiendo los dos casos y que está en contacto estrecho con las familias, a las que trasladan puntualmente cualquier información.
Protestas
La muerte de Mahsa Amini, ocurrida el pasado 16 de septiembre en una comisaria de Teherán tras haber sido detenida, fue el origen de las protestas en el país que han costado la vida a más de un centenar de personas y cuya represión ha sido fuertemente criticada por toda la comunidad internacional.
Las protestas están protagonizadas sobre todo por jóvenes y mujeres que al grito de "¡Mujer, vida, libertad!" lanzan consignas contra el Gobierno y queman velos, uno de los símbolos de la República Islámica.