Internacional

Diez años de Francisco, un Papa polémico en su Iglesia... pero aplaudido por la sociedad

Han sido varias las polémicas que han rodeado su figura en los últimos años, provocando sentimientos encontrados. Un Papa revolucionario para algunos, para unos cuantos; pero diferente para todos

  • El Papa Francisco

Este lunes se cumplen 10 años desde que aquel humo blanco de la chimenea del Vaticano nos informó de que Benedicto XVI tenía sucesor. 10 años desde que Jorge Mario Bergoglio se convirtiera en Francisco I, el Papa más polémico dentro de su Iglesia en los últimos años... pero el más apreciado por la sociedad más allá de los creyentes católicos, por su apertura y su deseo de "llegar a todos". Una década marcada por los discursos reformadores, tratando de adaptarse a las nuevas realidades de la Iglesia, y los enfrentamientos con parte de su comunidad, principalmente con los obispos alemanes.

Han sido varias las polémicas que han rodeado su figura en los últimos años, provocando sentimientos contrapuestos allá donde fuera. Un Papa revolucionario para algunos, peronista para otros, ideal para unos cuantos; pero diferente para todos.

Esa renovación era, en el fondo, lo que se esperaba de él: un cambio de imagen a una Iglesia muy perjudicada principalmente por los casos de corrupción y pederastia; aunque para algunos tampoco ayudaba la "excesiva" defensa de la tradición, que impedía, al menos en apariencia, adaptarse a la nueva realidad de la sociedad. Pero, polémicas aparte, nadie puede criticarle a Francisco que no haya cumplido con lo que se esperaba de él, lo que se esperaba de la Iglesia Católica del siglo XXI: aperturismo y diálogo.

Coger el relevo de Benedicto XVI

El cambio de la Iglesia, realmente comenzó de la mano del propio Benedicto XVI, que, ante los obstáculos a las que tuvo que hacer frente para limpiar su curia romana, como exigía la sociedad, decidió, en un acto de rebeldía frente a algunos de sus obispos, renunciar al Papado. Francisco I ha tenido que recoger su relevo y continuar con la reforma que ya inició su predecesor.

Muchos ven a Francisco como un soplo de aire fresco, "pues es el símbolo del necesario aperturismo de la Iglesia". No solo ha puesto todos sus esfuerzos en reformar la curia romana, su hito principal (claro ejemplo de ello fue la nueva Constitución Apostólica Predicate Evangelium, que sustituye a la Pastor bonus de Juan Pablo II promulgada el 28 de junio de 1988). También ha dado muestras de su intención de cambiar la imagen de la Iglesia con mensajes y gestos concretos que para algunos pueden tratarse de revolucionarios y desconcertantes, sobre todo dentro de la propia comunidad católica.

En este sentido, el analista del Vaticano, Marco Politi, aseguró en una entrevista con Christiane Amanpour de la CNN que el Papa Francisco ha encontrado cada vez mayor oposición en su propia Iglesia debido a sus esfuerzos por realizar reformas. A ello se unen las críticas de periodistas vaticanistas y vaticanólogos que no acaban de entender alguna de sus posiciones. No entienden, supuestamente, ni su espontaneidad, ni su transparencia, ni su afán reformista-administrativo, ni su apertura a todos los hombres y organizaciones, sean de las ideas políticas o religiosas que sean.

Entre las actitudes del Papa Francisco que escuecen en ciertos sectores de la Iglesia, destacan su clara apertura a los homosexuales, su comprensión por las nuevas realidades de la familia, su defensa del ecologismo y sus habituales referencias al feminismo. También ha sido polémico en alguna ocasión por demostrar cierto rechazo al capitalismo, como cuando en el contexto de la pandemia aseguró que las políticas de libre mercado del capitalismo no pueden resolver todas las necesidades más graves de la humanidad.

En España, concretamente, sentaron mal las declaraciones en las que pedía perdón a América por la conquista del continente, cuando defendió la necesidad de "reconocer los errores cometidos en el pasado" en una carta enviada a México con motivo del 200 aniversario de su Independencia.

"Algunos creen que para ser buenos católicos –perdonadme la palabra- debemos ser como conejos. No: paternidad responsable", "Los campos de refugiados son (campos de) concentración, porque están llenos de gente", "La Iglesia debe 'pedirles perdón' a los homosexuales", "Para ser un mal cristiano, es mejor ser ateo", "Concedo a todos los sacerdotes la facultad de absolver a quienes hayan procurado el pecado de aborto", "Evitar el embarazo no es un mal absoluto", "Acoger a los bautizados que han establecido una nueva convivencia después del fracaso de un matrimonio sacramental. Estas personas no están excomulgadas", "El principal problema ético del capitalismo es la creación de descartados a los que después quiere esconder"... son algunas de sus frases más polémicas.

Y aunque dentro de su Iglesia el aperturismo de sus discursos pueda tocar heridas, para la sociedad, Francisco es el Papa que la actualidad necesitaba.

Francisco y su prolífica producción ensayística

En este tiempo, el Papa ha publicado tres encíclicas: Lumen fidei (29 de junio de 2013), Laudato si’ (24 de mayo de 2015) y Fratelli tutti (3 de octubre de 2020). También publicó cinco exhortaciones apostólicas: Evangelii gaudium (24 de noviembre de 2013), Amoris laetitia (19 de marzo de 2016), Gaudete et exsultate (19 de marzo de 2018), Christus vivit (25 de marzo de 2019) y Querida Amazonia (2 de febrero de 2020).

Asimismo, publicó 37 constituciones apostólicas, 79 cartas apostólicas, ha promulgado 48 motu proprio y ha escrito numerosas cartas y mensajes pontificios.

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