El secretario de Estado de Inmigración de Reino Unido, Robert Jenrick, ha presentado este miércoles su dimisión al cargo apenas un día después de que el Gobierno presentara el nuevo acuerdo para la deportación de migrantes irregulares a Ruanda y con el que había mostrado discrepancias. Jenrick ha remitido una misiva al primer ministro británico, Rishi Sunak, en la que agradece que el mandatario se haya "acercado" a sus posturas respecto a la legislación, aunque considera que esta es "un triunfo de la esperanza sobre la experiencia" y no traerá buenos resultados, recoge la BBC.
La dimisión de Jenrick había sido previamente confirmada por el ministro del Interior británico, James Cleverly, quien preguntado en reiteradas ocasiones por la ausencia del secretario de Estado en una comparecencia en la Cámara de los Comunes, ha terminado por informar de su renuncia al cargo.
Por su parte, el primer ministro británico, Rishi Sunak, ha lamentado su dimisión debido a la cercanía de sus posturas y ha agradecido su "duro trabajo" durante una situación que cree que ha sido "malentendida".
"Su dimisión es decepcionante, dado que ambos estamos de acuerdo en los fines, conseguir vuelos a Ruanda para poder detener los barcos. Me temo que su marcha se basa en un malentendido fundamental de la situación. Es nuestra experiencia la que nos da confianza en que esto funcionará. Su duro trabajo nos ha ayudado a reducir las travesías en barco en más de un tercio", ha escrito Sunak en una carta publicada por su oficina.
El ya ex secretario de Estado había formado parte tan solo un día atrás de la firma del nuevo acuerdo migratorio con Ruanda, un nuevo pacto que resuelve las dudas planteadas por el Tribunal Supremo a la anterior iniciativa, especialmente en lo relativo al retorno a su país de origen de los reubicados en territorio ruandés. Sin embargo, Jenrick se había mostrado anteriormente contrario a esta nueva legislación al considerar que "no va lo suficientemente lejos", y había abogado por aplicar "protecciones más fuertes" para poner fin "al tiovivo de desafíos legales que corren el riesgo de paralizar el plan".
Jenrick había señalado que la legislación de emergencia era la "última oportunidad" del Gobierno para demostrar que haría "lo que fuera necesario" para detener las llegadas irregulares a las islas. "Me niego a ser un político más que hace promesas sobre inmigración pero no las cumple", añadió. El Supremo tumbó a mediados de noviembre una de las medidas estrellas del Gobierno de Sunak, que planteaba fletar vuelos con migrantes a Ruanda para reducir la carga migratoria en Reino Unido. Los jueces no veían claro que Ruanda pudiese ser considerado a efectos legales como un país seguro para este tipo de medidas, cuestionadas por organizaciones defensoras de los Derechos Humanos.
El nuevo acuerdo garantiza que los migrantes que lleguen a Ruanda "no corren riesgo de ser devueltos a un país donde su vida o su libertad se vea amenazada" y plantea que una comisión independiente supervise, entre otras cuestiones, las condiciones en que se recibe a estos migrantes o el proceso de revisión de sus solicitudes de asilo. Sin embargo, esta medida no ha satisfecho las exigencias del 'ala dura' de los conservadores, como es el caso de la polémica exministra del Interior Suella Braverman, quien durante sus funciones insistió en avanzar en los planes de deportación a Ruanda y con quien Jenrick compartía posturas.