Alrededor un centenar de personas han fallecido este viernes en los fuertes disturbios registrados en la plaza de Ramsés, en El Cairo, en el marco de la ola de protestas contra el Gobierno militar del 'Viernes de la ira' convocada por los Hermanos Musulmanes.
Al menos 95 personas han perdido la vida en los choques con las fuerzas de seguridad, según el balance realizado por la cadena panárabe Al Yazira. Por su parte, la Alianza en Apoyo a la Legitimidad, liderada por la Hermandad, sitúa el balance en 110 muertos y 5.000 heridos.
Asimismo, el Ministerio del Interior, en su último comunicado, eleva el número de seguidores del presidente depuesto Mohamed Mursi detenidos por las fuerzas de seguridad a 500 en la plaza.
La plaza de Ramsés ha sido el escenario de los más violentos altercados vividos este viernes en Egipto y que han concluido con alrededor de 50 muertos, según fuentes de los servicios de seguridad. Un testigo citado por la agencia Reuters habría visto 27 cadáveres tendidos junto a la mezquita, víctimas supuestamente de disparos de bala y perdigones.
Las víctimas y heridos en los enfrentamientos, reposan en un hospital improvisado en la mezquita de Al Fath en el distrito de Ramsés, necesitan urgentemente cirujanos de todas las especialidades y unidades de cuidados intensivos.
El gobierno llama a la unidad
El Gobierno egipcio considera que se enfrenta a un plan terrorista de los Hermanos Musulmanes y llamó a los ciudadanos a la unidad nacional y a no hacer caso a los llamamientos que incitan a las divisiones. En un comunicado, el Consejo de Ministros explicó que "se enfrenta a terroristas y a infractores de la ley" y que por eso las autoridades han detenido a miembros de los Hermanos Musulmanes.
La nota agrega que "el Gobierno, el Ejército, la Policía y el gran pueblo son una sola mano en la lucha contra el oscuro plan terrorista de la organización de los Hermanos Musulmanes". Asimismo, agradeció la postura del rey saudí, Abdalá bin Abdelaziz, quien rechazó cualquier intervención extranjera en los asuntos internos de Egipto por "atizar el fuego de la discordia" y mostró su apoyo a la lucha de los egipcios "contra el terrorismo".