El ministro principal de Escocia, Alex Salmond, y el líder de la campaña unionista Mejor Juntos, Alistair Darling, ha protagonizado este lunes un segundo debate televisado tenso que se ha saldado con la victoria del candidato independentista, según un sondeo publicado por el diario británico 'The Guardian' recogido por Europa Press.
"Somos un país rico, gente con recursos. Podemos crear países prósperos y una sociedad mejor, una visión real para los escoceses. Ésta es nuestra época, nuestro momento, déjennos hacerlo ahora", instó a los votantes indecisos Salmond.
El independentista, que ha acusado a su rival de posicionarse del lado de los 'tories' en unas políticas que, según él, podrían sumir en la pobreza a los niños escoceses, ha asegurado que cuenta con tres planes para hacer frente a la posibilidad de que Reino Unido no quiera compartir la libra con una Escocia independiente.
En este sentido, ha recalcado que, sin embargo, lo que busca es conseguir un "mandato" del pueblo escocés para negociar con Londres sobre la posibilidad de compartir una moneda común, tal y como ha recogido la cadena de televisión británica BBC en el último debate antes de la consulta del próximo 18 de septiembre. Asimismo, ha sostenido que la única manera de proteger la economía del país y poner fin a los recortes en los programas sociales es garantizar que el pueblo escocés tenga el Gobierno por el que vota, en referencia a las diferencias entre los partidos votados en Escocia y las políticas aplicadas por el Gobierno británico.
Salmond ha centrado su discurso en el estado del bienestar, explicando que las reformas aprobadas por Londres estaban provocando que cerca de 100.000 niños escoceses y un número similar de personas con discapacidad queden a las puertas de la pobreza.
Salmond defiende que busca negociar con Londres la posibilidad de compartir una moneda común
"Son momentos económicos difíciles, pero en estos momentos un Gobierno no ha de perjudicar a los discapacitados o a las familias con niños, ni imponer el impuesto de habitaciones, que debe ser el más ridículo de todos los tiempos", ha indicado. Por ello, ha llegado a desafiar a Darling a citar tres poderes de creación de trabajo entre los partidos favorables a que Escocia permanezca integrado en Reino Unido en caso de que el 'No' a la independencia se imponga en el referéndum.
"La unión monetaria sería mala para Escocia"
Por su parte, el líder de la campaña unionista Mejor Juntos ha cargado contra Salmond afirmando que "asume un gran riesgo asumiendo que todo va a solucionarse" en caso de que la población vote a favor de la independencia. "Creo que la unión monetaria sería mala para Escocia, ya que nuestro presupuesto no sería aprobado por nosotros, sino por un país extranjero. No creo que sea tampoco lo mejor para el resto del país", ha argumentado, antes de advertir de que "nadie prestará más dinero a Escocia".
Darling ha criticado además que "Salmond esté pidiendo que se acepte su palabra para todo". "No hay un 'plan B' para nada. Sólo hay que confiar en lo que dice. Lo siento, pero no puedo", ha manifestado. En este sentido, ha lamentado que el ministro principal de Escocia "quiera un Estado independiente al margen de los riesgos o los costes". "Es una decisión para la que no habrá marcha atrás. Nuestros hijos y las generaciones venideras tendrán que vivir con esa decisión", ha remachado.
"No hay un 'plan B' para nada. Sólo hay que confiar en lo que dice. Lo siento, pero no puedo", dijo Darling
Los sondeos siguen situando al independentismo por debajo del unionismo, pero la tendencia ha sido de un alza constante del apoyo a la secesión, así que ambas partes consideraban clave este debate para conseguir la victoria en las urnas.
La última "encuesta de encuestas" publicada el 15 de agosto y elaborada a partir de seis estudios sitúa el apoyo al 'Sí' a la independencia en el 43 por ciento, frente al 47 por ciento que secundaría el 'No', sin contar con los indecisos, más del 10 por ciento. Sin embargo, Salmond, líder del independentista Partido Nacional Escocés (PNE), cuenta con una reputación de político astuto que en otras ocasiones le ha permitido ganar elecciones de forma inesperada.