El Gobierno de Estados Unidos está planeando comenzar a exigir a todos los viajeros internacionales un test negativo de la covid-19 antes de volar hacia el país, según adelantó este martes 'The Wall Street Journal' (WSJ).
El diario, que cita a fuentes anónimas con conocimiento del asunto, apuntó que el anuncio oficial por parte de los Centros Para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) puede llegar hoy mismo y entrará en vigor el 26 de enero.
La orden de los CDC exigirá pruebas del coronavirus a todos los pasajeros que vuelen desde el extranjero, incluidos los estadounidenses que regresen a su país, y llega en un momento en el que preocupa la expansión de la nueva variante del virus registrada en el Reino Unido y de la que ya se han encontrado varios casos en Estados Unidos.
Desde finales de diciembre, el país ya exige la presentación de una prueba de coronavirus negativa realizada como máximo 72 horas antes del viaje a quienes vuelan desde aeropuertos británicos.
La medida afecta a un número relativamente pequeño de viajeros porque, en marzo, el presidente Donald Trump, ya restringió la entrada de extranjeros procedentes de Reino Unido, lo que redujo el tráfico aéreo entre ambos países en un 90%, de acuerdo con datos oficiales.
Vetada la entrada a numerosos países
Actualmente, EEUU prohíbe la entrada de viajeros de numerosos países, incluidos los de la Unión Europea (UE), a menos que sean ciudadanos estadounidenses, residentes permanentes o tengan alguna exención.
Estados Unidos es el país más golpeado por la pandemia en todo el mundo, con 22,6 millones de casos y 378.000 fallecimientos
En su información, el 'WSJ' no aclara si las pruebas de covid-19 sustituirán a esas medidas o si se sumarán a ellas, aunque la segunda opción resulta más probable, pues es la que se está empleando con el Reino Unido.
El diario, en todo caso, recuerda que las aerolíneas llevan tiempo demandando sustituir las restricciones de viaje y las cuarentenas con tests para todos los pasajeros y que escribieron recientemente al vicepresidente saliente, Mike Pence, defendiendo esa idea.
Estados Unidos es el país más golpeado por la pandemia en todo el mundo y acumula ya 22,6 millones de casos y 378.000 fallecimientos, según las últimas cifras.