Entre cinco y quince personas han muerto, ocho han desaparecido y más de 150 han resultado heridas a causa de la explosión que se ha producido en la noche del miércoles en una fábrica de fertilizantes de la localidad de West, en el estado de Texas, según han indicado fuentes oficiales a la cadena de televisión local KWTX. No obstante, los bomberos de la ciudad temen que el balance sea de "entre 60 y 70 muertos". Brigadas de rescate y voluntarios retomaron este jueves la búsqueda de supervivientes.
La cadena local KWTX aseguró, citando fuentes de la dirección de emergencias de la localidad, que el número podría ascender a entre 60 y 70 fallecidos. La explosión ocurrió en la Fertilizadora West, en el pequeño municipio del mismo nombre localizado a unos 20 kilómetros al norte de Waco, poco antes de las 8 de la tarde, hora local, y se llegó a escuchar a más de 70 kilómetros de distancia. "Tenemos una gran cantidad de personas heridas, y hay mucha gente, estoy seguro, que no va a estar aquí mañana", dijo Muska.
La explosión provocó un temblor de 2,1 en la escala de Richter y fue calificada por muchos vecinos como "una bomba nuclear"
Un testigo de la explosión, Bill Bohannan, que en ese momento estaba de visita en casa de sus padres, cerca de la planta, dijo al diario local Waco Tribune que la explosión fue "devastadora".
"Dije, esto va a explotar... Y les dije a mis padres que entraran dentro del coche. Estaba de pie junto a mi coche con mi novia, a la espera de que mis padres saliesen y (la planta) explotó. Nos golpeó contra el auto", dijo. "Hubo una gran onda expansiva", dijo a la cadena local WFAA Mark Licknovsky, un vecino de la localidad que trabaja a poco más de un kilómetro de la planta. "Fue entonces cuando supimos que estaba ocurriendo algo muy serio".
"Mi casa ha quedado destrozada"
Keith Williams, otro vecino de West, dijo a la cadena ABC que su casa quedó completamente destruida. "Todo el techo ha volado", dijo Williams. "Las ventanas están fuera. El ladrillo ha derribado la casa. Mi gran garaje en la parte trasera se ha quedado en la mitad". La explosión, que según registró el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), provocó un temblor en la tierra de 2,1 grados en la escala de Richter fue calificado por muchos vecinos como "una bomba nuclear", mientras que otros creyeron que se había tratado de un terremoto.
La explosión ha arrasado la planta de fertilizantes y afectado a numerosas estructuras en las inmediaciones, "entre 50 y 75 casas destrozadas", según los testigos. Cerca del lugar se encuentran dos centros de enseñanza y una residencia de personas mayores, la cual fue inmediatamente evacuada. El gobernador del Estado de Texas, el republicano Rick Perry, aseguró en un comunicado que las autoridades estatales han puesto a disposición del Gobierno de West todos sus recursos.
"Estamos siguiendo la evolución y recopilando información sobre los detalles que siguen surgiendo acerca de este suceso. También hemos movilizado recursos del Estado para ayudar a las autoridades locales. Nuestros pensamientos y oraciones están con el pueblo de West, y las agencias de respuesta inmediata están en el lugar", dijo Perry.