Francia va a defender que la Unión Europea fije un tope al precio del gas que se utiliza para generar electricidad y también extender su dispositivo que obliga a las eléctricas a revertir la diferencia entre los precios garantizados de venta para las renovables y los fijados en el mercado mayorista.
La primera ministra, Élisabeth Borne, avanzó estas posiciones durante una comparecencia ante la prensa en la que presentó los dispositivos para limitar las subidas del precio de la energía a los consumidores particulares el año próximo.
Borne recordó que el precio del gas en Europa es ahora cinco veces superior al de hace un año, y superior al que hay en otras regiones del mundo, y que en el caso de la electricidad la cotización en el mercado mayorista en Francia es diez veces más elevada.
"Los temores del mercado son excesivos"
En el caso del megavatio/hora, hizo notar que en Francia está en 517 euros, frente a los 194 euros en España y a los 180 euros que ha propuesto la Comisión Europea como límite de remuneración para las energías con bajos costes de producción, como las renovables, la nuclear y el carbón.
"Los temores del mercado son excesivos", afirmó antes de quejarse de que "algunos especulan con la crisis y hacen subir artificialmente los precios" y felicitarse porque la Comisión Europea haya dicho que cada país podrá recuperar los excesos de márgenes de las empresas energéticas.