El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, ha anunciado que España va a cerrar hoy martes su embajada en Siria en respuesta a la "inadmisible" actitud y a las "brutalidades" del régimen de Bachar al Asad. García-Margallo había explicado, en un desayuno informativo organizado por Europa Press celebrado en un hotel madrileño, que se estaba estudiando "muy seriamente" esta medida. La decisión del cierre de la oficina diplomática estaba pendiente de las conclusiones que se adopten en una reunión de los países europeos convocada esta mañana en Bruselas. "La embajada española puede ser cerrada hoy mismo. Estoy esperando a lo que se diga en esa reunión", ha dicho el ministro.
Ha dejado entrever que algunos socios comunitarios no son partidarios de clausurar su embajada, pero García-Margallo ha hecho hincapié en que "la postura de España está a favor del cierre" con el fin de transmitir el mensaje político de que "lo que está pasando en Siria es inadmisible". Exteriores llamó a consultas al embajador en Damasco, Julio Albi, el pasado 7 de febrero ante la situación de inseguridad en Siria y el agravamiento de la represión contra la población civil por parte del Gobierno de Al Asad.
El cierre de la embajada sería un paso más en protesta por la actuación de las fuerzas del régimen, que ha causado centenares de fallecidos en los últimos días, en especial, en la ciudad de Homs. García-Margallo ha afirmado que para que España no quede sin representación en Siria dejaría dos o tres diplomáticos en la delegación que la UE tiene en la capital siria.
El jefe de la diplomacia española ha vuelto a exigir la destitución de Al Asad, la formación de un gobierno de unidad nacional y la convocatoria de elecciones libres. Preguntado por si la solución al conflicto de Siria pasa por la misión militar, como se hizo en Libia, García-Margallo lo ha descartado mientras que Rusia y China sigan vetando esta posibilidad en el Consejo de Seguridad de la ONU. La alternativa sería la intervención unilateral, como la que Estados Unidos lideró en Irak en 2003 para derrocar a Sadam Husein con el respaldo del entonces jefe del Gobierno José María Aznar. "Y nos llamaron de todo menos bonito por apoyar a EEUU en aquel tema", ha recordado García-Margallo.
Teherán, otro frente abierto
Respecto a Irán, el titular de Exteriores ha alertado de que un posible ataque de Israel al régimen de Teherán para frenar su programa nuclear acarrearía "consecuencias incalculables" para la región. García-Margallo ha señalado que un conflicto de estas características podría desencadenar una carrera armamentística en la región de Oriente Próximo. "No quiero ni pensar en un ataque", ha apuntado.
El ministro ha remarcado que España mantendrá una postura de consenso con los países de la UE sobre la crisis de Irán. "Nuestra norma es trabajar con los aliados, sin ocurrencias ni versos sueltos", ha añadido.