Vuelco histórico en la construcción. Ferrovial ha pasado a ser el referente del sector en España en términos de capitalización bursátil a costa de ACS, el indiscutible líder de los últimos años y mucho más aun después de la absorción de Dragados, en la primera mitad de la pasada década. Las claves se encuentran tanto en la remontada de Ferrovial tras el castigo motivado por la crisis como por el mal momento que viven los títulos de la compañía que preside Florentino Pérez, en mínimos de los últimos siete años.

La enorme deuda de las Administraciones Públicas con los grandes grupos constructores, que supera los 5.000 millones de euros, está levantando ampollas en el sector. Las empresas están especialmente indignadas con el Ayuntamiento de Madrid, cuyos retrasos en el pago a las compañías constructoras y de servicios se ha ido a un año y una comparación que no se sostiene con el otro gran consistorio de España, el de Barcelona, que está pagando con una sorprendente celeridad: 45 días.

El debate sobre el nuevo límite de déficit autonómico está cerrado antes de abrirse. El Gobierno no permitirá incurrir en un déficit mayor del ya anunciado porque estima que ya ha ampliado el techo con respecto a 2011 (entonces el límite era del 1,3%, frente al 1,5% en 2012) y, sobre todo, porque las medidas ya aplicadas dotarán de fondos a las comunidades autónomas. Según Hacienda, el Gobierno inyectará 40.000 millones adicionales en las arcas autonómicas. El recorte del gobierno central será menor que el de las autonomías porque el Ejecutivo tendrá que reservar más fondos ante la subida del paro. El Ejecutivo se pertrecha para un desempleo que afectará a una cuarta parte de la población.

La degradación progresiva del entramado institucional español se ha agudizado hasta afectar a la propia Monarquía, que es el mascarón de proa del régimen de la Transición: la marea de

El Gobierno ya ha concedido más margen al déficit autonómico que podrá llegar al 1,5% en 2012 frente al 1,3% de 2011. No se ampliará el límite de déficit autonómico permitido a cambio de no abrir la guerra del sistema de financiación que podría restar fondos a Cataluña. “No le conviene a nadie”, les ha advertido por adelantado el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.