Internacional

Rusia detiene al general Surovikin, el 'carnicero de Siria', por apoyar la rebelión del Grupo Wagner

El plan del Grupo Wagner era capturar al ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, y al jefe del Estado Mayor General, Valeri Guerásimov, durante una visita que iban a hacer a una zona fronteriza, pero la Inteligencia rusa destapó el plan dos días antes de su ejecución

  • El jefe del Grupo Wagner, Yevgeny Prigozhin -

Las autoridades rusas han detenido al general Surovikin, conocido como "el carnicero de Siria", por apoyar la rebelión del Grupo Wagner, capitaneado por Yevgueni Prigozhin, según ha informado el diario The Moscow Times. La noticia se ha producido después de que The Wall Street Journal (WSJ) señalara que sus fuentes creían que Prigozhin le había comunicado sus intenciones al general ruso, algo que desde el Kremlin habían tachado de "especulación".

Los planes del jefe del Grupo Wagner, Prigozhin, pasaban por capturar a líderes militares rusos como el ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, como parte de la rebelión que puso en marcha el pasado fin de semana. Según fuentes occidentales del WSJ, Prigozhin habría adelantado el "golpe de Estado" después de que la inteligencia rusa descubriera su plan.

Según esas fuentes, originalmente Prigozhin preveía capturar al ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, y al jefe del Estado Mayor General, Valeri Guerásimov, durante una visita que iban a hacer a una zona fronteriza con Ucrania, pero los servicios secretos rusos destaparon el plan dos días antes de su ejecución.

El Grupo Wagner esperaba que parte de las Fuerzas Armadas rusas se unieran al motín

Agencias de inteligencia occidentales, apunta el periódico, también tuvieron conocimiento de los planes del líder de Wagner y consideraban que tenía posibilidades de éxito, que se desmoronaron al filtrarse la conspiración y forzar a improvisar una alternativa. En esta misma línea, el diario apunta a que el jefe del Grupo Wagner había acumulado armamento y munición y esperaba que parte de las Fuerzas Armadas rusas se sumaran al motín y se alzasen contra sus comandantes.

Tras saber que su plan se había filtrado, el jefe del grupo de mercenarios adelantó sus movimientos y capturó la ciudad de Rostov para luego enviar una columna en dirección a Moscú, que se detuvo tras unas negociaciones en las que medió el presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko.

Una rebelión sin grandes represalias a cambio del exilio de Wagner a Bielorrusia

El acuerdo alcanzado entre el Kremlin y Prigozhin para detener el motín preveía la anulación del cargo penal por rebelión armada contra el jefe de Wagner a cambio de que se marchara a Bielorrusia.

El presidente ruso, Vladímir Putin, también ofreció a los mercenarios que se sublevaron junto a Prigozhin irse al país vecino o suscribir un contrato con el Ministerio ruso de Defensa u otras agencias de seguridad de Rusia para subordinarse a las estructuras legales y oficiales.

En sus mensajes de los últimos días, Prigozhin dijo públicamente que su rebelión tenía como objetivo desbancar a Shoigú y Guerásimov, como responsables de los problemas en la invasión de Ucrania, pero que no buscaba derrocar el Gobierno de Putin.

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