El modelo a seguir por Sánchez y su banda no es el de los países de la Europa de la que España forma parte sino el de los regímenes populistas o directamente dictatoriales del cono sur americano

Lo normal es vigilar a quienes quieren romper el Estado y son un peligro para la democracia. Lo estrafalario e indecente es gobernar España con quienes quieren romperla