Internacional

Los laboristas prometen una energética nacionalizada tras lograr su mejor resultado en las encuestas en 20 años

El líder laborista, Keir Starmer, ha señalado este martes en Liverpool (Inglaterra) que un Gobierno liderado por él crearía durante el primer año de su mandato una gran compañía energética británica nacionalizada

  • Keir Starmer, líder del Partido Laborista. -

Los laboristas se frotan manos. Las encuestas les dan los mejores resultados en las encuestas en 20 años. Para hacer oposición a los conservadores, los laboristas apuesta por una energética nacionalizada y eso les está dando buenos réditos electorales. El líder laborista, Keir Starmer, ha señalado este martes en Liverpool (Inglaterra) que un Gobierno liderado por él crearía durante el primer año de su mandato una gran compañía energética británica nacionalizada.

Starmer pronunció hoy un discurso en el marco del congreso anual de esta formación, en el que se mostró muy duro con el Gobierno "tory", al que reprochó haber perdido el "control" de la economía británica y "hundir la libra esterlina" al tiempo que prometió que un Ejecutivo laborista pondrá fin "al ciclo de crisis sin fin" que atraviesa el país.

Muy vitoreado por la audiencia, el político señaló que en momentos de "incertidumbre" como estos, su formación "estará del lado de la gente trabajadora". "Un Reino Unido que es más justo, más verde, más dinámico. Y que no teme usar el poder del Gobierno para ayudar a tener éxito a la gente trabajadora", señaló.

Starmer prometió que su gobierno creará una nueva compañía de energía nacionalizada que "sepa aprovechar las oportunidades de una energía limpia británica, porque es adecuada para los empleos, porque es adecuada para el crecimiento, porque es adecuada para la independencia económica de tiranos como Putin".

Animado por los resultados de los últimos sondeos de opinión, que otorgan ventaja a su partido sobre los "tories" de Liz Truss, Starmer consideró que el país "no puede continuar así" y aludió a la declaración fiscal hecha el pasado viernes por el titular de Economía, Kwasi Kwarteng. En ella, el llamado canciller del Exchequer detalló los masivos recortes fiscales y el alto endeudamiento que acometerá el Ejecutivo para impulsar la economía nacional.

"Lo que hemos visto estos últimos días no tiene precedentes. El Gobierno ha perdido el control de la economía británica, y ¿para qué? Han hundido la libra, ¿y para qué? Tipos de interés más altos, una mayor inflación, un endeudamiento más elevado. ¿Y para qué?", dijo.

Starmer aseguró que el programa fiscal del Ejecutivo de Liz Truss no redundará en beneficio de los trabajadores: "no será para los trabajadores. Recortes fiscales para el 1 % de los más ricos de nuestra sociedad. No lo olviden. No lo perdonen". En su aplaudida intervención, el líder laborista prometió un Gobierno "diferente" bajo su liderazgo que "caminará hacia los desafíos de mañana" y que logrará sacar al país de "este ciclo de crisis sin fin".

"Podemos hacer crecer la economía y elevar los estándares de vida para todos, no solo para unos pocos privilegiados. Abordar el cambio climático creando nuevos empleos, nuevas industrias, nuevas oportunidades", afirmó.

La mayor ventaja en dos décadas

Los laboristas británicos gozan de una ventaja de 17 puntos sobre el gobernante Partido Conservador, la mayor diferencia que les otorga una encuesta en más de dos décadas, según un sondeo de la casa YouGov para el diario "The Times". El Partido Laborista no contaba con un apoyo de niveles semejantes desde la arrolladora victoria de Tony Blair en las elecciones de 2001.

La intención de voto laborista del 4%, frente al 28% conservador, llega tras el anuncio el pasado viernes de una bajada masiva de impuestos por parte del Gobierno de la primera ministra, Liz Truss, y su ministro de Economía, Kwasi Kwarteng.

El plan contiene medidas como rebajar cinco puntos (del 45% al 40%) el tramo del impuesto sobre la renta para aquellos con mayores ingresos, lo que se enfrenta al rechazo del 72% de los encuestados, incluidos un 69% de quienes dijeron haber votado por los conservadores en las últimas elecciones.

Otra de sus iniciativas estrella, la eliminación del tope al bonus que los banqueros pueden cobrar de sus empresas, también es rechazada por el 71% de los ciudadanos. El sondeo de YouGov, realizado durante el pasado fin de semana, evidencia que el apoyo a los conservadores ha caído en cuatro puntos tras la presentación de la reforma fiscal, mientras que los laboristas han subido cinco puntos.

Las medidas han sido recibidas con enorme rechazo en la ciudadanía: el 57% considera que "no son justas" (por 19 % que sí); el 60% cree que el país no se las puede permitir (frente a 12%); y el 53% piensa que no mejorarán la economía (contra un 15%).

El programa de recorte de impuestos, valorado en 45.000 millones de libras (50.800 millones de euros), el mayor acometido por el Gobierno británico en 50 años, ha puesto en órbita las aspiraciones de los laboristas justo en el momento en que estos celebran su congreso anual en Liverpool.

Está previsto que el líder laborista, Keir Starmer, ataque este martes en su discurso ante la militancia las medidas adoptadas por Truss y se posicione como una alternativa fiable de cara a las próximas elecciones. Mientras, las dudas crecen en el seno de los conservadores, cuyo sector moderado ha recibido con escaso entusiasmo el programa fiscal.

Según sintetiza este martes una fuente "tory" en declaraciones a "The Times": "Si tu plan es impopular en los mercados pero popular en los votantes, estás en buena posición. Pero si te gastas todo ese dinero y es impopular para todos, eso es muy peligroso".

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