Los abogados del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, han enviado una carta al exjefe de estrategia política de la Casa Blanca Steve Bannon para advertirle de una denuncia "inminente" por las declaraciones que aparecerán en un libro, ya que podría haber incurrido en delitos de difamación.
El libro 'Fuego y furia: Dentro de la Casa Blanca de Trump', escrito por Michael Wolff, ha terminado de consumar la ruptura entre el presidente y quien fuese su jefe de campaña, después de que Bannon tachase de "traicionera" y "poco patriota" la reunión con un abogada rusa a la que asistió en junio de 2016 el hijo mayor de Trump.
El abogado Charles J. Harder ha remitido una carta a Bannon "en nombre" de Trump en la que se le avisa de que "sus acciones de comunicación con el escritor Michael Wolff en relación a un próximo libro darán pie a numerosas quejas legales, entre ellas difamación por injurias y calumnias y ruptura del acuerdo de confidencialidad" que supuestamente firmó al unirse al equipo del magnate. "La acción legal es inminente", añade, según la cadena ABC News.
Durante la campaña, el entonces candidato Trump obligó a firmar un contrato por el que los trabajadores se comprometían a no hablar mal en público de él, de su familia o del equipo. El abogado avanza en la carta que las medidas compensatorias que se pedirán a Bannon "incluyen, pero no están limitadas, a los daños económicos", si bien no revela ninguna cifra.
Duro comunicado
Trump acusó el miércoles a su otrora asesor de "perder la cabeza" tras su cese de la Casa Blanca y de filtrar información interesada y falsa a los medios para hacer ver que tuvo una influencia de la que, según el mandatario, nunca llegó a gozar.
Las filtraciones han sido uno de los temores recurrentes del equipo del presidente y la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, ha anunciado que se prohibirá el uso de teléfonos móviles personales tanto a trabajadores como a invitados en el Ala Oeste.
"La seguridad y la integridad del sistema tecnológico en la Casa Blanca es una de las principales prioridades para la Administración de Trump", ha esgrimido Sanders, en un comunicado en el que ha explicado que los funcionarios podrán "seguir trabajando duro en nombre de la ciudadanía estadounidense" con los equipos del Gobierno.