Los ex presidentes brasileños Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff han sido imputados este viernes por "una miríada de delitos" de corrupción que se habrían cometido bajo sus respectivos gobiernos.
La jueza federal Vallisney de Souza Oliveria ha dado aceptado la denuncia presentada por la Fiscalía federal contra los dos ex presidentes y otros altos cargos de su formación política, el Partido de los Trabajadores (PT).
Entre los señalados por la Justicia federal se encuentran los ex ministros de Hacienda Antonio Palocci y Guido Mantega y el ex tesorero del PT Joao Vaccari, implicados en otras causas, según informa Agencia Brasil.
322 millones
El Ministerio Público les ha acusado de cometer "una miríada de delitos" contra la administración pública que se traducirían en un desfalco de 1.400 millones de reales (unos 322 millones de euros).
La denuncia fue formulada el año pasado por el entonces procurador general, Rodrigo Janot, según el cual los imputados formaban parte de una "organización criminal" dedicada a drenar los recursos públicos.
Janot asegura que desviaron hasta 1.400 millones de reales de la petrolera estatal, Petrobras, a lo largo de catorce años. El dinero procederá de los sobornos cobrados a empresas como Odebrecht y OAS a cambio de obra pública.
Lula ya está condenado a más de doce años de cárcel por aceptar un tríplex de lujo de la constructora OAS como pago a sus favores políticos. Desde abril, purga condena en una cárcel de Curitiba desde abril.