Mil días. Han pasado casi tres años desde que el mundo despertó con un titular "Putin invade Ucrania". La guerra en territorio europeo sorprendía a todos en este continente por su cercanía, ¿cómo un conflicto armado de esta magnitud podía acechar la seguridad en Europa? Por qué el líder ruso, Vladímir Putin, había decidido mandar a su ejército a suelo ucraniano.
Cada día, la sociedad amanecía con un vídeomensaje del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, un actor de televisión que nunca habría imaginado que asumiría dicha situación, un vídeo diario informando de las vidas perdidas, las explosiones y las alarmas antiaéreas que sacudían cada jornada al país.
Este martes, 19 de noviembre, se cumplen mil días de ese 24 de febrero de 2022, casi 33 meses del inicio de un conflicto que se producía cuando aún los ciudadanos de todo el globo se recuperaban de unos acontecimientos tan inéditos como fue la pandemia de la covid-19.
Mil días después de decidir pasar de mantener sus tanques a las puertas del país a incurrir con severidad en el territorio, Rusia va ganando terreno a diario en el este del país pese al alto número de bajas y con unas fuerzas ucranianas que necesitan más soldados.
Sin embargo, la situación ha cambiado en horas. Pese a que la Unión Europea está de acuerdo, casi en bloque, en ayudar a Ucrania en este conflicto, las ayudas no llegan a la velocidad que pide Zelenski pero un actor esencial ha iniciado un movimiento que, sin duda, cambiará el trascurso de la guerra como se ha desarrollado hasta ahora.
IMAGEN: Joe Biden a su llegada a la cumbre del G20. EFE
Joe Biden pisa el acelerador y cambia el rumbo de la guerra
La superpotencia Estados Unidos, aún liderada por el demócrata Joe Biden -hasta el 20 de enero que cogerá el testigo Donald Trump-, ha dado luz verde a Ucrania para utilizar los misiles ATACMS -de origen americano y de unos 300 kilómetros de alcance- en territorio ruso. Esta autorización era uno de los reclamos más inmediatos de Zelenski.
Además de este asunto, Rusia lanzó este domingo un ataque con 120 misiles y 90 drones para dañar las infraestructuras de producción y distribución eléctrica ucranianos, poniendo así en riesgo los suministros básicos para millones de personas durante los meses de frío que acechan. Es una estrategia habitual pero que, sin duda, dejaría una situación aún más complicada en un país que alcanza los entre -8°C y -12°C en invierno.
IMAGEN: Ucranianos el pasado invierno. EFE
El Ministerio de Defensa ruso confirmó el ataque, en el que, según Moscú, fueron golpeados aeródromos militares, así como instalaciones de producción de gas y energía utilizadas para el funcionamiento de las empresas del complejo militar-industrial de Ucrania.
Asimismo, la noticia de Biden llega a la par que la del avance de las tropas rusas en el este de Ucrania con la toma de la localidad de Novooleksiivka en la región de Donetsk. Según fuentes militares británicas, Moscú ha logrado recuperar unos 1.500 kilómetros cuadrados en el Donbás en los últimos dos meses, pero ha pagado un alto coste en vidas, ya que en octubre sufrió una media de 1.500 bajas diarias.
El principal logro de Rusia
Desde que hace más de un año, Rusia recuperó la iniciativa en el frente al apagarse sin los resultados esperados la segunda contraofensiva ucraniana, las fuerzas rusas no han dejado de avanzar en la región de Donetsk, en el este de Ucrania, aunque Moscú sigue lejos de su objetivo de controlar todo el territorio.
El principal logro de Rusia en los últimos meses fue la toma a principios de octubre de la ciudad de Vugledar, en la parte sur de Donetsk. Desde allí las fuerzas del Kremlin empujan hacia el norte para rodear a las tropas ucranianas que hay al sur de Kurájove, que es junto la ciudad de Pokrovsk el principal objetivo de la ofensiva rusa, recoge EFE.
Por otro lado, Zelenski ha advertido de los planes rusos de activar una ofensiva también en la provincia suroriental de Zaporiyia, donde se encuentra la central nuclear más grande de Europa, en manos de los rusos y que ha vuelto a sufrir ataques que la han dejado al borde del apagón.
Según datos del Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) de Washington recogidos por EFE, el Ejército ruso se hizo con el control de 414 kilómetros cuadrados este mes de octubre, lo que supone la mayor conquista de territorio en un mes por parte de Moscú desde el verano de 2022.
Aunque reconoce estos avances rusos, Kiev insiste en que tienen lugar a cambio de un récord de pérdidas humanas y de material, y confía, como llevan haciéndolo desde el segundo año de la guerra, en que el Kremlin se quede sin hombres y equipamiento para suplir estas bajas.
Soldados norcoreanos y la participación de fuerzas extranjeras en el conflicto
Otro de los puntos importantes y clave del conflicto es la región rusa de Kursk, donde los combates continúan y Ucrania controla desde agosto parte del territorio. El Tres meses después, el Ejército ruso aún no ha podido expulsar a los de Zelenski.
Por ello, según informaciones publicadas recientemente, Putin habría permitido el despligue de 10.000 soldados norcoreanos en dicha región.
IMAGEN: Manifestación en Corea del Sur en protesta contra el despliegue de tropas de Corea del Norte en Rusia. EFE
Aunque la ayuda de Corea del Norte a Rusia está contemplada en un acuerdo mutuo entre ambos países, sí preocupa la intervención de fuerzas extranjeras en dicha contienda, ya que el conflicto ya no solo tendría dos actores y podría sufrir una internacionalización que podría implicar la participación de la OTAN.
El regreso de Donald Trump
Otro cambio de escenario llegará a partir del mes de enero, cuando el exmantario (2017-2021) Donald Trump vuelva a estar al mando del Despacho Oval. El republicano ha insistido en varias ocasiones en que una de sus promesas es que acabará con la guerra en Ucrania "en 24 horas", pero no ha especificado cómo.
'The Washington Post' publicó que la estrategia de Trump pasaría por ceder a Rusia, liderada por Vladímir Putin, con quien tiene buenas relaciones, parte del territorio que reclama de Ucrania.
IMAGEN: Donald Trump y Joe Biden en la Casa Blanca. EFE
Tampoco ha negado que una de sus ideas sea cortar el grifo a las ayudas a Ucrania, que considera desorbitadas. Desde el inicio de la invasión rusa, la UE ha puesto a disposición de Ucrania cerca de 108.000 millones de euros en ayuda financiera, humanitaria y militar y, ahora, diplomáticos comunitarios defienden que hay que apoyar más que nunca al país.
La OTAN, por su parte, impulsó en su cumbre de Washington el pasado verano un apoyo militar a Ucrania por valor de 40.000 millones de euros este año.
Trump, por el contrario, propone replegar la presencia estadounidense en el mundo, lo que afectaría a la ayuda militar, ya que Estados Unidos ha destinado 108.000 millones de dólares desde el inicio de la invasión. El magnate, de hecho, ordenó a los republicanos bloquear durante varios meses la aprobación de un paquete extraordinario de 61.000 millones de dólares para Kiev que Biden solicitó al Congreso a finales de 2023.
La Cámara de Representantes acabó dando luz verde a ese presupuesto, pero con el rechazo frontal de uno de los senadores, Marco Rubio, ahora candidato de Trump para asumir el cargo de secretario de Estado.
Teniendo en cuenta estos precedentes, Biden ha pisado el acelerador -y se prevé que será algo que ocurre los próximos meses-, ordenando a su equipo acelerar la entrega a Ucrania de todos los fondos autorizados por el Congreso que todavía no se han concedido.