La guerra en Ucrania ha escalado a un nivel de mayor intensidad tras los recientes ataques en territorio ruso con misiles de largo alcance, suministrados a Kiev por países occidentales, y la posterior respuesta de Rusia, que incluyó el lanzamiento de una batería de misiles sobre diversas zonas de Ucrania, intensificando las tensiones en el conflicto.
La decisión del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, de autorizar el uso de los misiles ATACMS por parte de Ucrania ha precipitado esta última escalada. Esta semana, por primera vez, Ucrania empleó este avanzado armamento para alcanzar objetivos en territorio ruso. En respuesta, durante la madrugada de este jueves las Fuerzas Armadas de Rusia lanzaron un misil balístico desde la región de Astracán, acompañado de siete proyectiles de crucero que buscaban impactar en infraestructuras críticas y empresas en la ciudad de Dnipró, al este de Ucrania.
La evolución del conflicto ha puesto en primera línea un arsenal diverso que refleja las capacidades tecnológicas de los países involucrados. Entre los principales tipos de misiles empleados destacan:STORM SHADOWLos misiles Storm Shadow, también conocidos como SCALP, son proyectiles aire-tierra de largo alcance diseñados para ataques planificados contra objetivos fijos de alto valor. Con un alcance superior a 250 kilómetros y 1.300 kilos de peso, esta arma permite realizar ataques precisos desde aviones de combate.
Además, cuentan con una avanzada tecnología de navegación que combina INS, GPS y sistemas de referencia de terreno, lo que les permite operar de día y de noche, incluso en condiciones climáticas adversas, según MBDA, el grupo multinacional encargado de fabricar este tipo de misiles.
La historia de los ATACMS
Fueron introducidos en 2003 en la Real Fuerza Aérea británica y la Fuerza Aérea francesa y han sido utilizados en conflictos como el Golfo, Irak y Libia. Los ATACMS (Army Tactical Missile System) son sistemas de misiles tierra-tierra de largo alcance desarrollados por la empresa aeroespacial y de defensa estadounidense Lockheed Martin para atacar objetivos estratégicos a distancias superiores a las que permiten las municiones convencionales.
Con un alcance de más de 300 kilómetros, estos misiles ofrecen una ventaja táctica al poder impactar objetivos clave en condiciones climáticas adversas, gracias a su sistema de navegación inercial combinado con GPS, que garantiza alta precisión incluso en entornos desafiantes. Su carga explosiva incluye una ojiva unitaria de más de 200 kilos o, en algunos casos, bombas de racimo. Operativamente, los ATACMS se lanzan desde plataformas móviles como el M270 MLRS (Multiple Launch Rocket System) o el HIMARS (High Mobility Artillery Rocket System), ambos diseñados para proporcionar disparos rápidos y precisos.
Misiles balísticos intercontinentales
Los misiles balísticos intercontinentales (ICBM, por sus siglas en inglés) son proyectiles de largo alcance diseñados para atravesar vastas distancias de hasta 5.500 kilómetros. Su funcionamiento es mediante propulsión inicial de un cohete o una serie de cohetes en distintas etapas, aunque luego siguen una trayectoria sin propulsión que se arquea hacia arriba antes de descender para alcanzar el objetivo previsto.Los ICBM pueden portar tanto ojivas nucleares como convencionales y son conocidos por su capacidad estratégica de alcanzar objetivos a nivel global.
Misiles de crucero
Los misiles de crucero son vehículos no tripulados propulsados por motores a reacción, similares a los de un avión. Pueden lanzarse desde plataformas terrestres, aéreas o marítimas y están diseñados para volar a baja altitud y seguir trayectorias preprogramadas con alta precisión. A diferencia de los misiles balísticos, los de crucero mantienen un vuelo constante dentro de la atmósfera y pueden volar a tan sólo unos metros del suelo. Este diseño les permite evadir sistemas de radar y defensa aérea al aprovechar el terreno para camuflarse en su trayectoria hacia el objetivo. Con un alcance que varía entre cientos y miles de kilómetros, los misiles de crucero son comúnmente utilizados para atacar objetivos estratégicos y de alto valor, como instalaciones militares o infraestructuras críticas.
Su capacidad de navegación avanzada, que combina sistemas de GPS, radares y sensores inerciales, les permite alcanzar estos objetivos con precisión milimétrica.