Francia vive este miércoles su octava jornada de movilizaciones sindicales contra una reforma de las pensiones que podría quedar definitivamente aprobada el jueves, en caso de que el Gobierno de Emmanuel Macron confirme el respaldo decisivo de los conservadores Los Republicanos. La reforma que eleva la edad mínima de jubilación en Francia de los 62 a los 64 años ha generado una enorme oleada de contestación en el país, que ha organizado numerosas jornadas de manifestaciones y paros sindicales durante este primer trimestre del año.
Mientras el Ejecutivo de Macron mantiene su plan al considerarlo necesario para mejorar el déficit generado por el sistema de las pensiones, el movimiento de protesta se ha endurecido desde comienzos de marzo, cuando se convocaron huelgas indefinidas, como la de recogida de basuras en varias ciudades francesas, entre ellas París. En este tenso ambiente, se espera este miércoles una anulación del 20% de los vuelos en el aeropuerto parisino de Orly y una fuerte perturbación de la circulación de trenes de Alta Velocidad (funcionarán tres de cada cinco), los regionales TER (dos de cinco) y de Intercités (una de cada tres). En la gran París, se prevé una notable perturbación de los trenes de Cercanías y, en menor medida, en el Metro de la capital.
Estas protestas suceden en plena recta final del trámite parlamentario de la reforma. Este mismo miércoles se reúne la comisión paritaria Asamblea Nacional-Senado (formada por siete parlamentarios de cada cámara) que debe acordar un texto común. La presidenta de la Asamblea Nacional, la macronista Yaël Braun-Pivet, rechazó el martes que ese debate sea emitido por televisión, tal como había pedido la oposición de izquierda para que los ciudadanos pudieran ver en directo la posición de cada uno de los miembros de esa comisión. El texto que salga de allí (hay seis miembros de partidos del bloque macronista y cuatro del conservador Los Republicanos, que en este asunto se ha aliado con el Gobierno) será luego sometido a debate y votación en las dos cámaras el jueves. En el Senado a partir de las 09.00 hora local y en la Asamblea desde las 15.00, cuando podría quedar el proyecto definitivamente aprobado.
Incertidumbre
El portavoz del Gobierno francés, Olivier Véran, ha reconocido este miércoles la incertidumbre sobre si logrará la mayoría parlamentaria necesaria para aprobar su reforma de las pensiones o si tendrá que recurrir a adoptarla sin voto, lo que abriría la crisis política. En una entrevista a la emisora Europe 1, ha admitido que no descarta el recurso al artículo 49.3 de la Constitución, que le permite evitar el voto en el Parlamento de un proyecto de ley a cambio de permitir que la oposición presente mociones de censura que se debatirían en un plazo de 48 horas. Preguntado sobre si habrá mayoría en la Asamblea Nacional para adoptar el texto, su respuesta ha sido que "esperamos constatarlo al final de la comisión mixta".
Laurent Berger, líder del primer sindicato de Francia, la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), ha insistido este miércoles en su voluntad de poner presión a los parlamentarios hasta el último momento y en advertir de que aunque el proyecto de ley culmine el proceso en las dos cámaras, "eso no acabará con el resentimiento de los franceses".