La Policía australiana ha confirmado la muerte del individuo que ha apuñalado este viernes a varios transeúntes en la ciudad de Melbourne, donde ha matado a una persona y herido a otras dos, antes de resultar abatido por los disparos de las fuerzas de seguridad, en lo que ahora se considera un ataque terrorista.
El comisario jefe de la Policía de Victoria, Graham Ashton, ha explicado que el incidente comenzó cuando el sospechoso se bajó de un vehículo en llamas, en una deflagración provocada por la combustión de cilindros de gas, "del tipo de los que se emplean en barbacoas" que transportaba en el vehículo, una furgoneta 'pick-up'.
Tras bajarse del vehículo, el individuo se enfrentó a varios peatones y fuerzas de seguridad. Para cuando los agentes consiguieron neutralizarle de un disparo en el pecho, la causa final de su muerte, el agresor ya había herido a tres personas, una de las cuales ha fallecido en el hospital.
Los otros dos heridos tienen pronóstico reservado, aunque sus vidas no corren peligro. Los Bomberos han apagado el incendio del vehículo y la brigada de artificieros ha cancelado la alerta por explosivos, según ha añadido Ashton en rueda de prensa, recogida por la cadena ABC.
La identidad del individuo no ha sido revelada pero ha trascendido su origen, Somalia, de donde llegó en la década de los 90. La Policía ha explicado que mantenía vigilados a algunos de sus familiares por "actividades relacionadas con el terrorismo", aunque el individuo en concreto no estaba bajo vigilancia.
Australia elevó su alerta en 2015 por el temor al retorno de radicales que se hubiesen sumado a grupos terroristas en países de Oriente Próximo. La calle donde se ha producido el último incidente ya fue escenario de otro momento de pánico en enero de 2017 cuando un hombre embistió su coche contra los peatones y provocó seis muertos, si bien en ese momento también se descarto la pista terrorista.